|
Adentrarse en Pas sur la neige es hacerlo en un nudo donde se entrecruzan las líneas fundamentales de este universo poético. La nieve con su intenso poder evocador, ya sea mediante observaciones, recuerdos, reflexiones o derivas metafóricas, lo recorre en todas direcciones. Nieve blanca como un sudario,ligada por lo tanto a la muerte, que es el signo por excelencia de la finitud. Blanca también como el papel, algo propicio para una mutua metaforización con la escritura y la poética que la sustenta. Nieve de los recuerdos de infancia, donde el sujeto lírico adquiere su precaria consistencia. Nieve silenciosa, como silenciosa es la pluma que escribe o también la muerte. Los detalles de la nieve que tras la ventana la mirada intenta captar, directa o indirectamente con una red de metáforas. Los pasos de la nieve como los pasos de la vida. La nieve blanca como los ángeles, moradora de las alturas y por lo tanto asociada simbólicamente al vuelo encallado de la conciencia poética. Nieve de Vilnius, conocida por quien viaja por este mundo atento a los otros que visita. Continuidad de la la nieve que cae como respira y fluye una prosa inquieta de poesía.
|