La expresión cáncer de cabeza y cuello (en lo sucesivo, CCC) hace referencia a un grupo de tumores malignos que, generalmente, comienzan a desarrollarse en los tejidos y órganos de la cabeza y el cuello. Una de las características de este tipo de tumores es su heterogeneidad a todos los niveles: histológico, epidemiológico, etiológico, en su pronóstico, en sus formas de presentación clínica y en el enfoque de los tratamientos (Arias, Villafranca, Dueñas y Vera, 2000). Su aparición se asocia, principalmente, al consumo de tabaco y alcohol (Almeida et al., 2014; Duffy et al., 2010; López- Pelayo et al., 2016; Penner, 2009; Polônio et al., 2015). Además de los principales factores de riesgo previamente mencionados, la literatura presenta otros que pueden favorecen el desarrollo de estas neoplasias, como son: sexo, edad, inhalantes ocupacionales, virus del papiloma humano, entre otros. La sintomatología de los CCC es inespecífica y depende de la estructura donde se encuentra el tumor, de manera que éste interfiere con las funciones habituales de la estructura afectada. Algunas de las alteraciones que sufren los pacientes con CCC son comunes a otros tipos de cáncer, mientras que otras son específicas del CCC. Las que más afectación producen a nivel funcional y emocional son las dificultades en la deglución y el habla, y la desfiguración facial, de manera que estos pacientes presentan mayor discapacidad laboral que otros enfermos oncológicos. Cabe destacar que, a los hábitos adictivos característicos de los pacientes con CCC previamente mencionados, se le solapan determinadas características de personalidad (Arbizu, 2000), que cuanto menos es llamativa en el colectivo de pacientes que padecen este tipo de neoplasias. Además, los profesionales sanitarios, advierten en éstos un comportamiento peculiar que difiere del observado en pacientes con otros carcinomas. De lo anterior, se desprende la necesidad de explorar características psicológicas de los pacientes con CCC, que nos faciliten una mejor comprensión de éstos en relación con su enfermedad oncológica, puesto que escasean los estudios empíricos que informen de tales características en esta población de pacientes. Por ello, el objetivo general que se pretende con la presente investigación, es explorar y describir diversas variables psicológicas (tanto de protección o resistencia como de vulnerabilidad) y las consecuencias psicopatológicas asociadas en pacientes con cáncer de cabeza y cuello (CCC). Este objetivo general se articularía en los siguientes objetivos específicos, a saber: (a) Identificar las diferencias psicosociales que se observan entre los pacientes de CCC y personas que no presentan esta patología en las áreas anteriormente mencionadas. (b) Evaluar la sintomatología psicológica en el grupo de pacientes con CCC y compararla con la de un grupo de control, con el fin de determinar el impacto que esta enfermedad posee sobre la salud mental. (c) Describir y analizar en profundidad en el GCCC los siguientes tres aspectos: (i) las pautas de covariación que presenta el afrontamiento específico ante la enfermedad y el resto de variables de personalidad y síntomas evaluados; (ii) la influencia de la fase de tratamiento; y (iii) el sentido que la enfermedad posee para los pacientes y los cambios derivados de ésta. Cabe mencionar que únicamente se ha encontrado literatura acerca del afrontamiento y la sintomatología en la población que nos ocupa. Por ello, con respecto a los rasgos de personalidad y a los trastornos de ésta, hemos tenido que remitirnos a estudios realizados con fumadores y/o alcohólicos (dada la alta prevalencia de consumo en los pacientes con CCC), con el fin de hacer inferencias sobre dichas variables en nuestra muestra. Con respecto a la resiliencia y a la búsqueda de sentido de la enfermedad, nos hemos remitido a estudios con pacientes que padecían otro tipo de neoplasias, debido a la inexistencia de estudios sobre el tema en pacientes con CCC. La muestra de este estudio está conformada por un total de 220 sujetos distribuidos en dos grupos, de los cuales 114 constituyen el grupo de pacientes con cáncer de cabeza y cuello (GCCC) y 106 el grupo control formado por personas sin esta enfermedad (GC). Como instrumentos de evaluación se aplicaron: un registro de datos sociodemográficos y consumo de sustancias elaborado ad hoc, el NEO-FFI de Costa y McCrae (1992), para la evaluación de las cinco dimensiones básicas principales de la personalidad (neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia, cordialidad y escrupulosidad); Escala de Impulsividad de Barratt (BIS-11), desarrollada por Patton, Stanford, y Barratt (1995) para evaluar la impulsividad (impulsividad motora, impulsividad cognitiva y ausencia de planificación); la Escala de Autocontrol de Grasmick, Title, Bursik, y Arneklev, (1993) que mide seis aspectos de autocontrol: impulsividad, tareas simples, búsqueda de riesgo, actividad física, egocentrismo, temperamento volátil; la Escala de Evaluación de Estilos de Afrontamiento (COPE) de Carver y Scheier (1985), que evalúa esta variable ante los estresores, en sus aspectos conductuales y cognitivos; la Escala de Resiliencia de Connor-Davidson (CD-RISC), desarrollada por Connor y Davidson (2003) para evaluar la capacidad de recuperación; el Listado de Síntomas Breve (LSB-50) adaptado por González De Rivera y Abuín (2012) que detecta y mide de síntomas psicopatológicos y psicosomáticos (hipersensibilidad; obsesión-compulsión, ansiedad, hostilidad, somatización, depresión y alteraciones del sueño); el Examen Internacional de Desórdenes de Personalidad (IPDE) construido por Loranger, Janca y Sartorius (1997); y por último, la Mini Mental Adjustment to Cancer Scale (Mini-MAC) desarrollada por Watson et al. (1994) que evalúa las respuestas cognitivas y conductuales de los pacientes ante el diagnóstico y el tratamiento del cáncer (espíritu de lucha; preocupación ansiosa, desamparo/desesperanza; fatalismo, negación/evitación). En relación a los análisis estadísticos, se realizaron con el paquete estadístico SPSS (versión 22) en consonancia con el tipo de diseño utilizado se aplicaron las siguientes estrategias de análisis: (a) cálculo de la consistencia interna (alpha de Cronbach) de las diferentes variables manejadas en la investigación, (b) porcentajes, (c) análisis bivariados: análisis de medias, análisis correlacional y análisis de varianza y (d) análisis multivariados: análisis factorial y análisis discriminante. De acuerdo con los resultados de nuestro estudio, los pacientes con cáncer de cabeza y cuello se caracterizan por presentar hábitos adictivos (consumo de tabaco y/o alcohol), unos rasgos de personalidad desadaptativos, baja resiliencia, un afrontamiento pasivo ante los problemas, sintomatología depresiva y trastornos de la personalidad paranoide, histriónico y ansioso. Asimismo, se ha hallado que el afrontamiento adaptativo del CCC se relaciona con algunos rasgos de personalidad y con menor sintomatología. Además, se han encontrado diferencias en función de la fase de la enfermedad oncológica en los rasgos de personalidad. Con respecto al significado atribuido por los pacientes a su enfermedad, éste se ha relacionado con cambios en varias áreas de la vida de los pacientes. En conclusión, consideramos que el conocimiento de estas características es de gran interés a la hora de elaborar e implementar programas terapéuticos que abarquen las necesidades de éstos