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Este ensayo analiza la producción y circulación de las fotografías de las fichas de dete-nidos tomadas por la maquinaria del Jemer Rojo en el centro de tortura S-21 (Phnom Penh). Al momento de tomar las fotografías, estas jugaron un rol esencial en el proceso de identificación, represión y asesinato de quienes eran considerados enemigos del régimen de la Kampuchea Democrática (1975-1979). No obstante, tras la caída de los Jemeres Rojos, estas fotografías fueron utilizadas para denunciar a quienes las habían tomado, como si las imágenes no conservaran rastros de su función original y fueran reversibles. Por esto las trasladaron desde los museos y galerías de arte a los escena-rios, de los libros ilustrados al cine y de Internet a los tribunales penales que juzgan a los exlíderes del Jemer Rojo. Sostengo que debemos detenernos en los detalles de las historias de este fenómeno: en primer lugar, la actividad de descifrar el archivo de las fotografías de las fichas, es decir, descubrir los negativos, realizar copias, detallar la dis-ponibilidad; en segundo lugar, la circulación por medio de diversos espacios públicos y los medios de comunicación; en tercer lugar, las modificaciones en el contexto geopo-lítico en una región muy controvertida por el equilibro internacional. Si bien estos tres niveles no dependen de manera mecánica unos de otros, sí están relacionados de un modo complejo y demuestran lo ventajoso de la articulación de los usos tecnológicos, semióticos y políticos de un archivo que concentra el dolor humano sufrido en el propio corazón del siglo XX. This essay examines the production and circulation of the mug shots of the detainees generated by the Khmer Rouge machinery at the centre of torture S-21 (Phnom Penh). When they were taken, these images played a key role in the process of identifying, re-pressing and killing those considered enemies during the regime of Democratic Kampu-chea (1975-1979). Yet, since the collapse of the Khmer Rouge, these photographs have been used to denounce their creators as if the pictures had kept no trace of their original 94Vicente Sánchez-BioscaRevista de Estudios sobre Genocidio. Año 8, volumen 11, Buenos Aires, diciembre de 2016, pp. 91-106 - ISSN 1851-8184 / ISSN-e 2362-3985intention and were reversible. With this purpose they have migrated from museums and art galleries to the stage, from illustrated books to the cinema and from the Internet to the criminal court devoted to judge the former KR leaders. I argue that the stories of the phenomena must be told in close relationship: firstly, the deciphering of the archive of mug shots, that is, the discovery of the negatives, the extraction of new prints, and their availability; secondly, the circulation through different public spaces and media; thirdly, the changes in the geopolitical context in such a controversial region for international equilibrium. Although these three levels do not evolve into a mechanical dependence, they are intricately interrelated and prove the advantages of articulating technological, semiotic, and political uses of an archive that concentrates within it human pain experien-ced at the very core of the 20th century.
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