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La presente investigación hace referencia a la identificación y análisis de los factores que explican el éxito en la creación de organizaciones cooperativas en un contexto de crisis en un país de Latinoamérica, como lo es Colombia. En este sentido, el estudio tendrá como referente empírico el concepto de emprendimiento o de emprendedores a la hora de conformar organizaciones de economía solidaria, durante los diálogos del proceso de paz en Colombia que se iniciaron en el año 2012 entre el Gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Los diálogos de paz entre el gobierno representado por el presidente Juan Manuel Santos y las FARC, también conocidos como Proceso de paz tuvieron inicio en Oslo (Noruega) y en la actualidad se desarrollan en La Habana (Cuba), y su objetivo según el gobierno es la terminación del conflicto y según las FARC el buscar la paz con justicia social por medio del diálogo.
En el anterior contexto planteado se identificaron los emprendimientos cooperativos que se constituyen o crean a partir del año 2012 como aquellas iniciativas de personas que emprenden o crean procesos para beneficio de una comunidad o del grupo de personas que se unen para generar fuentes de ingreso, empleo y trabajo mediante la producción de algún bien o servicio. La investigación analiza los emprendimientos cooperativos conformados de manera formal que se registraron como empresa ante los entes de registro, antes de los diálogos de paz (2009-2012) y durante los diálogos de paz (2012-2015).
Como temática de investigación se debe destacar la evolución que el emprendimiento ha tenido como campo científico y en la generación de conocimiento; sin embargo, esta temática se encuentra en etapa de gestación o inicio en países como Colombia, donde su surgimiento se centra básicamente en los últimos diez años. En opinión y parafraseando a Matiz (2009) los últimos diez años los gobiernos nacionales y regionales, las entidades privadas, los gremios y por supuesto el sector académico, han orientado parte de sus esfuerzos en la difusión y desarrollo de programas enfocados a la generación de nuevas empresas como una importante alternativa para el trabajo en el desarrollo socioeconómico de los países.
De otra parte, los fenómenos de la globalización de la economía se han manifestado en forma de desafíos para las organizaciones conformadas como las que se van a constituir específicamente en desafíos de tipo competitivo (Ohmae, 1989; Gulati, Nohoria, y Zaheer, 2000). Parafraseando a Pla y León (2016 ):
“La globalización es un fenómeno económico y social derivado del elevado grado de integración e interdependencia entre las economías de los distintos países. De esta manera, los principales dilemas para estas organizaciones suelen ser el enfrentarse exitosamente a nuevos y diversos competidores, incursionar en nuevos mercados y territorios, atender nuevas demandas ambientales y sociales por parte de los clientes y la sociedad, reducir costes y aumentar ganancias, entre otros” (p. 6).
Para poder atender adecuadamente estos objetivos, las organizaciones se han visto limitadas por su inventario de recursos y capacidades y, por lo tanto, el emprendimiento ha demostrado ser una estrategia en la que a pesar de las adversidades en el medio, ya sea por crisis económica, política o social, emprender requiere de unas cualidades personales que hacen posible lograr el acceso a recursos y/o capacidades valiosas, diferenciales y complementarias. Esta investigación analiza el emprendimiento desde la teoría de Recursos y Capacidades definiendo los recursos como “los activos, procesos organizativos, atributos, información y conocimientos controlados por una empresa que le permiten conseguir e implantar estrategias que mejoren su eficacia y eficiencia” (Barney, 1991).
Tomando como referencia a uno de los seminales del emprendimiento, Schumpeter (1934), quien difundió el concepto de destrucción creativa como “ -forma de describir el proceso de transformación que acompaña a las innovaciones, los empresarios crean innovaciones técnicas y financieras en un entorno competitivo en el que deben asumir diferentes riesgos y beneficios- ” . Esto implica que las organizaciones deben, por un lado, contar con la suficiente estabilidad que les permita la gestión de su aprendizaje conducente al crecimiento continuo, pero al mismo tiempo, necesitan contar con la flexibilidad suficiente para enfrentarse a su entorno, que es al mismo tiempo constantemente cambiante y altamente competitivo (Van Gils y Zwart, 2009).
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