INTRODUCCIÓN Las ectasias corneales son distrofias progresivas que afectan a la morfología corneal, provocando alteraciones funcionales debido a que inducen una forma cónica irregular, disminuyendo la visión de los pacientes. El queratocono es una ectasia corneal que provoca aberraciones de alto orden que empeoran la calidad de visión, especialmente en los casos donde la enfermedad está más desarrollada. De entre todos los tratamientos actuales, la cirugía con implante de anillos intracorneales intenta eliminar la deformidad de la córnea para mejorar la agudeza visual. Los resultados visuales tras la cirugía en unos casos son satisfactorios, en cambio, en otros, los pacientes no quedan satisfechos. Las gafas graduadas o las lentes de contacto hidrofílicas no suelen compensar adecuadamente el astigmatismo irregular y las aberraciones oculares que disminuye la visión en los pacientes con queratocono. Las lentes de contacto rígidas permeables al gas corneales suelen proporcionar buena visión en los queratoconos, pero en los casos donde la enfermedad está más avanzada no son tan eficaces, suelen provocar una lesión en el ápex del cono que crea una intolerancia en su uso. Por lo tanto, se observa que, tanto la cirugía corneal como la adaptación de lentes de contacto permeables han resuelto parcialmente el problema de la mejoría de la calidad de visión en los casos con queratocono. Las lentes de contacto rígidas permeables al gas corneo-esclerales y esclerales, están demostrando su eficacia en la rehabilitación visual de los pacientes con corneas irregulares. Destaca en este grupo la lente Scleracon©, con un diseño asférico y un material de alta permeabilidad al oxígeno (Optimum Extreme©), que aporta mayores beneficios terapéuticos en las alteraciones morfológicas de las ectasias corneales. En los casos de queratocono, esta lente corneo-escleral puede evitar el roce en el ápex del cono y, al mismo tiempo, proporcionar una mejoría de la visión. Después del implante de anillos intracorneales estas lentes podrían mejorar la calidad de visión. Aunque estudios con lentes totalmente esclerales para el manejo del queratocono son reportados en la literatura, sin embargo, no se conocen estudios previos con lentes corneo-esclerales que aborden este tema con profundidad en términos de calidad visual, más aún en los casos en que se han implantado anillos intracorneales. Los objetivos del estudio fueron: primero, analizar la función visual de los pacientes con queratocono a los que se les adaptó lentes de contacto rígidas permeables al gas corneo-esclerales de alto Dk, para su mejor rehabilitación visual. En segundo lugar, evaluar la salud ocular de estos pacientes con la lente de contacto, durante un periodo de tiempo de al menos un año. Y en tercer lugar, evaluar en los sujetos del estudio la comodidad y la calidad visual subjetiva con el uso de la lente de contacto mediante una escala Likert. METODOLOGÍA Se trata de un estudio observacional prospectivo en el que se incluyeron pacientes de FISABIO Oftalmología Médica (FOM), diagnosticados de queratocono en diferentes grados de la enfermedad y que tenían una visión insatisfactoria con su actual corrección o sin ella. Este estudio se realizó según los requisitos de la comisión de ética de la Universitat de València (principios de la Declaración de Helsinki). Se establecieron los criterios de exclusión, y todos los pacientes fueron informados de las características del estudio y firmaron un consentimiento informado. Los sujetos se dividieron en dos grupos según si habían sido intervenidos con anillos intracorneales Keraring® o Ferrara® (grupo anillos) o no (grupo queratoconos). La muestra seleccionada fue homogénea en cuanto a tamaño, edad y grado de desarrollo de la ectasia corneal. De esta manera se podían comparar las características y resultados de la adaptacion en ambos grupos. Se realizó a todos los pacientes un examen visual completo siguiendo la metodología estandarizada para cada prueba. Se valoró la función visual mediante medida de la agudeza visual, la aberrometría ocular y la función de sensibilidad al contraste. La salud ocular se evaluó mediante la medida de la biomecánica corneal, la presión intraocular, el espesor corneal central, el contaje endotelial y la biomicroscopía ocular. Además, se realizó un cuestionario de satisfacción sobre la comodidad y la calidad visual subjetiva con la lente de contacto mediante una escala Likert. Los 60 pacientes (80 ojos) fueron adaptados con lentes de contacto rígidas permeables al gas corneo-esclerales de alto Dk (Scleracon©, Lenticon, Madrid, España). Se realizó un programa seguimiento después del procedimiento de adaptación de las lentes que consistió de un primer control a la semana, y después al mes, y a los meses 3, 6 y 12. En los controles se evaluaron los parámetros visuales y oculares. Los resultados obtenidos se registraron y luego fueron fielmente transferidos a una base de datos del programa informático SPSS® (versión 19 para Windows, SPSS Inc, Chicago, IL, USA). En el proceso estadístico se utilizaron test no paramétricos. Se consideró un nivel de confianza P <0,05 como estadísticamente significativo. RESULTADOS Y DISCUSIÓN La edad media ± desviación estándar de los 54 sujetos fue de 33.25 ± 11.05 años, principalmente distribuida entre los 21 a 40 años. También se observa que la mayoría de los pacientes eran miopes bajos de -0.25 a -6.00 D. Respecto a su astigmatismo corneal se situaron principalmente en menos de 4 D, y tenían un grado de severidad de queratocono de I a II (escala Amsler-Krumeich). Los resultados del estudio muestran que el porcentaje de éxito en el porte de las lentes de contacto fue muy alto (90 %), y no se encontraron diferencias entre los grupos con y sin anillos. El número de abandonos fue el mismo, 3 en cada grupo, y las causas fueron similares. Estudios anteriores con lentes esclerales de mayor diámetro informan de resultados similares, en cambio, otros reportan una menor tasa de éxito. En el total de los pacientes, el tiempo de uso diario de la lente corneo-escleral fue alto, siendo mayor en el grupo queratocono sin anillos respecto al grupo con anillos (13.40 y 11.78 horas, respectivamente). Además, en el grupo sin anillos la mayoría (96.30 %) usaron la lente 10 o más horas al día, en cambio, en el grupo con anillos el porcentaje fue menor (63 %). Todos los sujetos del estudio completaron el periodo de seguimiento de 1 año. Después de este periodo los resultados fueron similares respecto al inicio de la adaptación. En la gran mayoría de los pacientes la comodidad de uso con la lente fue alta, y se evidenció una mayor comodidad subjetiva en el grupo de queratocono sin anillos comparado con el grupo con anillos (74.10 % y 66.6 %, respectivamente). Los resultados del estudio muestran que, en la gran mayoría de los pacientes se consiguió una visión óptima, que en promedio fue mayor que con su mejor corrección previa con gafas. Más del 80 % de los sujetos alcanzaron una agudeza visual Snellen igual o superior a 0.8 con las lentes de contacto. El grupo queratocono obtuvo una mejor visión con la lente que con las gafas, 1.01 (0.00 logMAR), 0.69 (0.23 logMAR), respectivamente. En el grupo con anillos el promedio de la agudeza visual con las lentes de contacto también fue superior a la corrección con gafas, 1.0 (0.0 logMAR), 0.64 (0.22 logMAR), respectivamente. Las lentes de contacto corneo-esclerales disminuyeron las aberraciones oculares de alto orden y proporcionaron una mejor calidad de visión que la corrección con gafas. En el grupo queratocono disminuyeron un 55 %, y en el grupo anillos un 33 %, respectivamente. La aberración comática fue la que mayor reducción (64 %) presentó en el grupo queratocono, y la aberración esférica fue la que más decreció (54 %) en el grupo anillos. Estos resultados están en consonancia con otros estudios con lentes esclerales, en cambio, trabajos con otras lentes de contacto comparables no informan sobre esta cuestión. Las lentes de contacto corneo-esclerales mejoraron la sensibilidad al contraste respecto a la corrección con gafas en todos los pacientes del estudio. Con las lentes de contacto las curvas promedio de los dos grupos presentaron unos valores que estaban dentro de la población normal, sin embargo, el grupo queratocono mostró una sensibilidad al contraste superior en las frecuencias espaciales bajas y medias en comparación con la del grupo anillos. Cabe destacar que no hay estudios sobre la sensibilidad al contraste con lentes de contacto comparables, y con otras lentes esclerales de mayor diámetro los resultados obtenidos no son tan buenos. Por otra parte, en las tareas habituales realizadas con las lentes, la mayoría de los pacientes indicaron una calidad visual subjetiva buena o muy buena, siendo mayor en el grupo con anillos respecto al grupo sin anillos (70.40 % y 66.60 %, respectivamente). Después de 1 año de seguimiento los resultados fueron mantenidos. Las lentes de contacto no provocaron alteraciones significativas en un periodo largo de tiempo en las propiedades biomecánicas de la córnea. Asimismo, no se encontraron complicaciones oculares relevantes. Después de analizar los resultados y confirmar que no se detectaron alteraciones de la salud ocular con el uso de la lente, se puede afirmar que a largo periodo de tiempo de al menos 1 año, las lentes corneo-esclerales suponen una adecuada alternativa en el tratamiento de los pacientes con queratocono. Cabe destacar entre las aportaciones de este estudio las siguientes: un análisis completo de las características de la adaptación, basada principalmente en términos de éxito, y la evaluación de la visión, no solamente en términos agudeza visual, como informan otros estudios, sino además, en términos de calidad visual objetiva y subjetiva (aberrometría ocular y sensibilidad al contraste). Además, es el primer trabajo realizado con un amplio número de casos de queratocono adaptados con lentes de contacto rígidas permeables al gas corneo-esclerales de alta permeabilidad al oxígeno, que aporta un conocimiento completo sobre la calidad de visión con estas lentes. CONCLUSIONES Se puede afirmar que las lentes de contacto rígidas permeables al gas corneo-esclerales de alto Dk, mejoran satisfactoriamente la calidad de visión de los pacientes con queratocono de origen primario o con implante de anillos intracorneales. Las lentes de contacto permeables al gas corneo-esclerales, no inducen cambios significativos en un periodo de tiempo de al menos 1 año, en los parámetros biomecánicos de la córnea, ni en los parámetros oculares, y tampoco en la fisiología corneal de los ojos con Queratocono.