El cáncer es una de las enfermedades más graves de la actualidad, debido a su elevada prevalencia, incidencia y tasa de mortalidad. Por este motivo se han realizado numerosas investigaciones a lo largo de los años, analizando diferentes aspectos de la enfermedad oncológica, tanto desde el punto de vista médico como desde el psicosocial. Sin embargo, mientras en los aspectos médicos se ha avanzado mucho, en los estudios psicológicos no se ha progresado de la misma manera, existiendo ámbitos que aún permanecen muy poco explorados, como el de las representaciones sociales del cáncer. Las representaciones sociales son utilizadas por los miembros de la sociedad como forma de conocimiento simple, esto es, la sociedad las emplea para facilitar y simplificar la comprensión de hechos complejos. Las representaciones sociales son esquemas mentales simplificados de la realidad social que la población compone y comparte. Estas representaciones son aceptadas e interiorizadas por los miembros de la sociedad que las construye como si se tratara de una verdad absoluta. Su importancia radica en que influyen en las actitudes y las conductas de las personas ya que actúan como guías de conducta que les ayudan a entender, de forma rápida y esquemática, diversas realidades. Esto se aplica a muy diversos ámbitos de la vida incluyendo la salud y la enfermedad. Si bien es cierto que existen numerosos trabajos que analizan las representaciones sociales de diversas enfermedades como la diabetes, el sida, la lepra o la esquizofrenia, aún son muy escasos los trabajos que analizan las representaciones sociales en el ámbito oncológico, a pesar de lo relevante que podrían resultar estas investigaciones en el campo de la sanidad en general y de la enfermería en particular. El enfermero debe trabajar e interaccionar de manera muy cercana con este tipo de enfermos y con su núcleo más próximo. Este trabajo resulta, en muchos de los casos dificultoso, puesto que la idea preconcebida de lo que es el cáncer y las consecuencias que conlleva el padecerlo, se introduce en la vida de estas personas, llenándolas de temor, ansiedad, depresión y desasosiego, lo cual dificulta aún más sobrellevar esta enfermedad y adscribirse al tratamiento de manera correcta. Conocer las creencias que posee la sociedad ayuda a los enfermeros a entender mejor los temores y las conductas del enfermo y de su familia, estando así en mejores condiciones para ayudarles a vivir su realidad. Los objetivos que se marcaron en la investigación fueron, en primer lugar, averiguar si la población de la Comunidad Valenciana tenía una representación social concreta del cáncer y del enfermo de cáncer. En segundo lugar, averiguar si existían diferencias entre el personal sanitario y la población general en la representación social del cáncer y del enfermo oncológico. En la investigación participaron 619 sujetos, 374 de los cuales fueron profesionales sanitarios: médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería y psicólogos. Para la consecución de los objetivos de la investigación, se utilizó como instrumento de recogida de datos un instrumento de medida que se había diseñado previamente, el C.R.S.C. Los resultados obtenidos tras el análisis de los datos pusieron de manifiesto que existe una representación social concreta de la población perteneciente a la Comunidad Valenciana y, también existen diferencias entre el personal sanitario y la población general en la representación social del cáncer y del enfermo de cáncer.