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Adam y Savigny (2012) plantean que la salud y otros sistemas sociales han sido descritos como sistemas adaptativos complejos, que se ajustan de manera dinámica, y a veces impredecibles, a los cambios dentro del propio sistema o en el contexto en el que operan. Esto ha llevado a que el sector de la salud, en su dinámica de crecimiento y búsqueda de competitividad, siga la tendencia que ha sido marcada desde un principio por las empresas de fabricación de bienes, buscando organizarse en concentraciones geográficas o clústeres. Son muy pocos los trabajos que se han elaborado con relación a los clústeres de servicios, pues en la investigación ha dominado el interés la industria manufacturera (Keeble and Nachum, 2002; Nordin, 2003). Sin embargo, cada vez son más los casos de concentraciones de servicios, los cuales han tenido un gran crecimiento, debido en parte al gran auge de su demanda, en especial de aquellos servicios especializados, sobre todo en economías emergentes.
Colombia no es ajena a la tendencia de beneficiarse del impacto que generan los clústeres. De acuerdo a Delgado et al. (2010), el clúster, no solo apoya la competitividad de un sector o región, sino que además fortalece la generación de nuevas empresas y la ubicación en la región de empresas provenientes de otras regiones.
Frente a esa realidad del sector salud (tendencia hacia la concentración geográfica y la internacionalización) emerge con fuerza la necesidad de la adopción de una estrategia de Orientación al Mercado (Armario y Cossio, 2001), entendida ésta según Narver y Slater (1990) como una cultura organizacional que crea de la manera más efectiva y eficiente los comportamientos necesarios para la creación de un valor superior a los clientes, y por ende un desempeño superior para la empresa. Así las cosas, si la concentración geográfica de las empresas de salud en ciertas áreas urbanas de Colombia constituyen el objeto de estudio en esta investigación, el constructo de Orientación al Mercado (en adelante OM), y su potencial existencia en el clúster, es el referente conceptual. El concepto definido por Narver y Slater (1990), plantea que la OM es el resultado de la adquisición de una serie de comportamientos en la organización. Comportamientos orientados a fortalecer la generación de valor para los clientes, a través de la comprensión de sus necesidades y deseos, no solo actuales, sino también los futuros.
Uno de los aspectos que ha generado un número importante de investigaciones ha sido la relación entre la OM, ya sea como estrategia o como cultura empresarial, con los desempeños y resultados empresariales (Kohli y Jaworski, 1990; Desphandé et al., 1993; Ellis, 2006). Pese a que se han realizado trabajos que estudian el impacto de la OM en el desempeño, poco se ha estudiado esta relación en ambientes de concentraciones geográficas.
En términos generales, con el presente trabajo se espera generar conocimiento científico que permita ampliar el entendimiento de la relación entre la Localización, la OM y el DO en el sector de la prestación de servicios.
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