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Este proyecto de investigación se focaliza en las costumbres mortuorias y funerarias en la colonia de la Nueva España entre los siglos XVI y XVII, así como los mitos, los ritos, las creencias y las representaciones relacionadas con la muerte. Considerando la hibridez y la diversidad de este fenómeno, se ha decidido seguir parcialmente los estudios de Louis-Vincent Thomas quien, en su libro Antropología de la muerte, analiza conceptos, visiones, divergencias y comportamientos del ser humano ante este acontecimiento.
Tras presentar la concepción de la muerte europea y española para entender, en un segundo momento, la referida a las épocas de la Conquista y de la colonia, la tesis se ha dividido en tres apartados cuyo objetivo es, respectivamente, ahondar la muerte «física» de un individuo (por ejemplo: torturas, vejaciones, violencia bélica, condenas, espectáculo público de la misma, enfermedades, crisis agrícolas, calamidades naturales o tratamiento del cadáver); la «religiosa» relacionada más bien con la concepción de la muerte así como los vínculos que los fieles establecían con la propia divinidad; finalmente, la «cultural» que analiza la muerte de las culturas y las representaciones de la muerte en la cultura novohispana.
Considerando la hibridez del fenómeno, el objetivo de esta división es ilustrar de manera sistemática, y en toda su pluralidad y riqueza, este fenómeno durante la época colonial. Cada sección está ejemplificada por las varias «muertes» de sor Juana Inés de la Cruz: desde el análisis de su defunción hasta las excavaciones que se realizaron en el ex convento de San Jerónimo entre finales de los años 70 y comienzos de los 80; la redacción de su testamento; su profesión de votos; las posibles mortificaciones corporales; sus versos en ocasión de la muerte de personajes prestigiosos y su ser mujer dentro de la sociedad novohispana entre censuras y restricciones (corporales, sexuales, entre otras) misóginas sufridas a causa del control de su mismo confesor.
En la última parte de la tesis, retomando el encuentro entre conquistador y conquistado, se ha intentado profundizar la muerte «indígena» según su misma visión y reinterpretación, evocando la heterogeneidad y la pluralidad de los mitos y los ritos aún vigentes en el contexto en el que nació y se crió.
Siguiendo una metodología interdisciplinar, los escritos de la autora, de manera particular las loas para los autos sacramentales de El divino Narciso y El Cetro de José, se toman como un punto de partida documental que permiten desentrañar las caras híbridas y polimorfas de la muerte prehispánica y novohispana. Sus palabras desenterraron entonces mitos y ritos, creencias y costumbres, prácticas mortuorias y funerarias y conformaron un particular sincretismo religioso. Se analizan por ejemplo los rituales de sacrificio humano, la práctica de antropofagia y teofagia entre los antiguos mexicanos.
El cruce de múltiples disciplinas (antropológica cultural y física; literatura; historia; arqueología, entre otras) se considera el camino más adecuado y completo para el estudio no sólo de la muerte (o las muertes) de sor Juana Inés de la Cruz, sino también de la sociedad en la que vivió y falleció, la colonia de la Nueva España.
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