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Hoy en día no es una opción para las empresas permanecer pasivas ante los cambios que se presentan en el mundo, la globalización y la necesidad de atender un entorno cada vez más exigente y competitivo hacen que las organizaciones se vean en la necesidad de explotar sus conocimientos e innovar de acuerdo a las exigencias del mercado.
Considerando que el enfoque de las capacidades dinámicas indaga sobre como las empresas logran modificar sus capacidades organizativas para adaptarse a un entorno de carácter dinámico y cambiante, debemos retomar los argumentos que plantea el enfoque basado en la “capacidad de absorción- CA” ya que este concepto indaga sobre cómo las organizaciones absorben el nuevo conocimiento externo, fenómeno complejo, puesto que los individuos, así como los equipos trabajo, grupos de interés internos y externos, (accionistas, proveedores, clientes, etc.), interactúan durante los procesos de absorción sobre dichas fuentes de información en las empresas.
Estudios recientes han determinado la relevancia en la actividad innovadora, que pasa por reconocer que la Capacidad de Absorción, no solo contribuye a reconocer el valor del conocimiento externo, sino que también facilita su asimilación, aplicación y uso comercial (Escribano Fosfuri, y Tribó, 2009). Así, dado el entorno actual, la innovación se ha convertido para las empresas en un factor imprescindible, para mantener e incrementar su competitividad ya que, ante la dificultad de competir en precio, sólo quedan la focalización y la diferenciación como opciones estratégicas, y la innovación.
Sin embargo, las capacidades organizativas surgen a partir de la integración o combinación del conocimiento disponible en el interior de la empresa (Zander y Kogut, 1995; Grant, 1996), lo que las convierte en manifestaciones de conocimiento tácito y colectivo difíciles de imitar. En tal sentido, la Gestión de Calidad Total (GCT) implica una actitud por parte de toda la compañía orientada a proporcionar valor al producto o servicio destinado al consumidor.
En esta misma línea, el concepto de calidad que adoptan las empresas permite la dirección en la aplicación de principios y prácticas que emanan de un enfoque sobre los que se establecen sus planes de gestión basándose en la mejora continua, y es así; como pueden convertirse las prácticas de GCT en fuente de ventaja competitiva, ya que la implantación de dicho sistema para la mejora continua afecta tanto a los procesos productivos como a los productos y servicios que se ofrecen en la organización. Por lo tanto, cabe aplicar para dicho mejoramiento las actividades de innovación. Puesto que innovar no es solo sinónimo de inversión y uso de nueva tecnología en productos y procesos. Innovar es hacer cosas nuevas, y de forma diferente a la competencia, para conseguir cambios con éxito en la organización.
Por consiguiente, la fórmula para que la innovación tenga éxito en una empresa del sector turismo es tener presente que la clave del éxito es la aportación de valor para el cliente, es decir, satisfacer las necesidades y expectativas sugeridas. Además; en el sector turístico el cual es el que nos compite en nuestra investigación, la innovación suele ser de carácter incremental ya que se desarrollan en la interfaz o interacción con el cliente. Y es en este punto en el cual la Absorción del conocimiento juega un papel fundamental al adquirir, asimilar, transformar y explotar la información captada de las necesidades y expectativas latentes del consumidor en el entorno.
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