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El presente trabajo, que se dividió en tres partes, pretendió caracterizar dos aspectos importantes en la fisiopatología tras un infarto agudo de miocardio (IAM) como son la obstrucción microvascular (OMV) y la formación de la cicatriz fibrótica.
La principal estrategia tras un IAM es la reperfusión temprana de la arteria infartada. Sin embargo, mediante técnicas de imagen realizadas en pacientes con IAM, se ha comprobado que este procedimiento no asegura una correcta reperfusión a nivel microvascular dando lugar al fenómeno conocido como OMV. A pesar de que la reperfusión temprana es esencial para preservar la viabilidad del miocardio y el posterior pronóstico de los pacientes, también se ha relacionado con algunos efectos perjudiciales post-IAM. Sin embargo, hasta la fecha no se ha descrito de manera precisa la dinámica de aparición de la OMV en el contexto del daño por reperfusión. Por otra parte, el periodo de isquemia que ocurre durante la oclusión de la arteria, produce una muerte masiva de cardiomiocitos que promueve una respuesta rápida del sistema inmune para eliminar las células apoptóticas y la matriz extracelular dañada. A continuación, se activa el proceso de fibrosis con el fin de producir una cicatrización de la herida acontecida tras un IAM, fenómeno fundamental en la evolución posterior de los pacientes. Este proceso está directamente relacionado con el remodelado ventricular y con la posible formación de arritmias ventriculares tras un IAM. Es por esto que a lo largo de este estudio se abordaron aspectos fundamentales y novedosos relativos a estos dos procesos importantes que tienen lugar en el tejido infartado.
En la primera parte del trabajo, nos planteamos esclarecer el papel del daño por isquemia-reperfusión sobre la aparición y dinámica de la OMV, así como optimizar la metodología para estudiar la aparición de este fenómeno. Los resultados obtenidos mostraron que la lesión por isquemia-reperfusión desempeña un papel fundamental en la aparición de la OMV. Además, el modelo establecido para su estudio permite la determinación exacta de la OMV tras un IAM.
En la segunda etapa, realizamos una caracterización exhaustiva de la organización de las fibras de colágeno en las distintas partes de la cicatriz fibrótica utilizando tanto muestras procedentes de un modelo porcino como muestras obtenidas a partir de autopsias de pacientes que habían sufrido un IAM previo. En este caso, los resultados mostraron que la organización de las fibras de colágeno no es homogénea a lo largo de la cicatriz fibrótica, sino que las zonas más externas presentan un patrón de organización mucho más desordenado que la zona central de la cicatriz.
Por último, pretendimos elucidar si el proceso de fibrosis es un proceso localizado que se produce en el área infartada o si, por el contrario, se trata de un proceso difuso que afecta a todo el tejido miocárdico. Este objetivo se abordó a través de una aproximación multidisciplinar a nivel macroscópico, microscópico y molecular en la que se utilizaron muestras obtenidas de un modelo experimental, muestras de autopsias de pacientes con infarto crónico y estudios de resonancia magnética cardíaca de pacientes con IAM crónico. Gracias a este análisis se pudo concluir que, en todos los escenarios estudiados, la región remota no mostró un incremento de colágeno en comparación con los controles. Por este motivo la relevancia del papel de la fibrosis remota en la fisiopatología del remodelado ventricular debería ser reconsiderada.
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