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dc.contributor.advisor | Cauli, Omar | |
dc.contributor.author | Navarro Martínez, Rut | |
dc.contributor.other | Departament d'Infermeria | es_ES |
dc.date.accessioned | 2018-01-19T10:42:03Z | |
dc.date.available | 2018-01-22T05:45:05Z | |
dc.date.issued | 2017 | es_ES |
dc.date.submitted | 12-01-2018 | es_ES |
dc.identifier.uri | http://hdl.handle.net/10550/64050 | |
dc.description.abstract | In the coming years, if the demographic trends of the last decades are maintained, an intense process of aging is foreseen. Older people are the most heterogeneous population group in comparison with any other age group and, although a percentage accede to the so-called “successful aging”, others accumulate multimorbidity and various age-related impairments, with the consequent decrease of hope and quality of life. Traditionally, most aging research has focused on survival and possible interventions to extend life expectancy. However, the current trend is to consider prevention of disability as more important than simply increasing longevity. In this sense, the clinical and scientific relevance of the concept of fragility has increased considerably in recent years, since there seems to be some consensus that it constitutes a state that precedes disability. Therefore, the diagnosis of fragility is of great importance, allowing identifying the people with greater risk of developing disability. One of the most important characteristics of fragility is that it is a dynamic condition; it can improve or worsen over time. Therefore, the main objective of the detection of fragility is early and multidisciplinary intervention in order to prevent functional deterioration and dependence. At present, the diagnosis of fragility is based mainly on the measurement of functional parameters, which have limited clinical utility, are time consuming, sometimes difficult to perform and may not be validated or sufficiently standardized. Thus, in recent years, the search for blood markers of fragility that can identify or at least contribute to the early identification of fragile individuals in a simple way, while requesting a routine analysis, has gained special importance. This study aims to identify possible blood markers of fragility, which may contribute to the development of new clinical tools with greater diagnostic power, and consequently to improve therapeutic decisions in order to minimize their progression towards disability, which would help enjoy a healthier and disability-free old age. To achieve this objetive, the relationships between leukocyte subtypes, vitamin D (measured as total 25-hydroxyvitamin D, 25 (OH) 2 D3) and brain-derived neurotrophic factor (BDNF) with brittleness were evaluated (involuntary weight loss, low energy or exhaustion, slow mobility, XI muscle weakness and low physical activity) in an institutionalized geriatric population with no disability or cognitive impairment. Our results showed a positive and significant correlation between the Fried fragility scale score and the neutrophil count (p <0.05) in relation to the leukocyte subpopulations. We also observed a significant correlation between the lymphocyte counts with the number of Fried fragility criteria (p <0.05), but, in this case, the relationship was in the opposite direction. These associations were significant only for two of the five Fried fragility criteria, low muscle strength and low physical activity (p <0.05). The study of the relationship between brittleness and BDNF levels did not show any significant association, however, a significant positive correlation was observed between plasma BDNF concentrations and the Barthel index, a measure of individuals’ ability to perform (p = 0.03) and the subcategory of concentration measured with Mini Mental State Examination (MMSE) p = 0.01). In addition, plasma BDNF correlated inversely and significantly with blood eosinophil counts (p = 0.01), total cholesterol concentration (p = 0.04), and high density lipoprotein cholesterol (p = 0, 04). In our study, fragile subjects had a significant decrease in serum concentrations of 25 (OH) 2 D 3 compared to robust individuals (p <0.01), but this decrease was not significantly correlated with the severity of the fragility syndrome nor with any of the individual fragility criteria. In conclusion, our results show the existence of possible biomarkers of fragility related to the immune and hormonal systems, which not only contribute to the early detection of fragility but also allows us to know the biological mechanisms that contribute to its development with the patient possibility of developing or adapting appropriate nursing interventions to treat, prevent and even reverse the fragility syndrome. | en_US |
dc.description.abstract | En los próximos años, de mantenerse las tendencias demográficas de los ultimos años, se prevé un intenso proceso de envejecimiento. Las personas mayores son el grupo poblacional más heterogéneo en comparación con cualquier otro grupo de edad, y aunque un porcentaje accede al denominado “envejecimiento exitoso”, otros acumulan multimorbilidad y diversos deterioros asociados a la edad, con la consecuente disminución de la esperanza y la calidad de vida. Tradicionalmente, la mayor parte de la investigación del envejecimiento se ha centrado en la supervivencia y en las posibles intervenciones para prolongar la esperanza de vida. Sin embargo, la tendencia actual es considerar más importante la prevención de la discapacidad que el simple aumento de la longevidad. En este sentido, la relevancia del concepto de fragilidad ha aumentado considerablemente en los últimos años, pues parece existir cierto consenso en que ésta constituye un estado que antecede a la discapacidad. Por tanto, el diagnóstico de la fragilidad es de gran importancia al permitir identificar a las personas con mayor riesgo de desarrollar discapacidad. Una de las características más importantes de la fragilidad es que se trata de una condición dinámica, puede mejorar o empeorar con el tiempo e incluso invertirse. Por eso, el objetivo principal de la detección de la fragilidad es la intervención precoz y multidisciplinar con el fin de prevenir el deterioro funcional y la dependencia. Actualmente, el diagnóstico de fragilidad se base principalmente en la medición de parámetros funcionales, que tienen utilidad clínica limitada, consumen tiempo, en ocasiones difíciles de realizar y a veces no están validados o suficientemente estandarizados. Por ello, en los últimos años, la búsqueda de marcadores sanguíneos de fragilidad que puedan identificar o al menos contribuir a la identificación precoz de las personas frágiles de manera sencilla, a la vez que se solicita un análisis rutinario, ha cobrado especial importancia. Con este estudio se pretende identificar posibles marcadores sanguíneos de fragilidad, lo cual puede contribuir al desarrollo de nuevas herramientas clínicas con mayor poder diagnóstico y, por consecuencia, a mejora las decisiones terapéuticas con el fin de minimizar su progresión hacia la discapacidad, lo que ayudaría a disfrutar de una vejez más saludable y libre de discapacidad. IX Para alcanzar este objetivo se evaluaron, en una población geriátrica institucionalizada, sin discapacidad ni deterioro cognitivo, las relaciones existentes entre los subtipos de leucocitos, la vitamina D y el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) con la fragilidad y, en particular, con alguno de los cinco criterios de fragilidad descritos por Fried (pérdida involuntaria de peso, baja energía o agotamiento, movilidad lenta, debilidad muscular y baja actividad física). Nuestros resultados mostraron en relación con las subpoblaciones de leucocitos, una correlación positiva y significativa entre la puntuación de la escala de fragilidad de Fried y el porcentaje de neutrófilos (p < 0,05). Igualmente pudimos observar una correlación significativa entre el porcentaje de linfocitos con el número de criterios de Fried (p < 0,05), pero, en este caso, la relación fue en dirección opuesta. Estas asociaciones tambien fueron significativas para dos de los cinco criterios de fragilidad de Fried, baja fuerza muscular y baja actividad física (p < 0,05). La relación entre fragilidad y los niveles de BDNF no mostró ninguna asociación significativa, sin embargo, se observó una correlación positiva y significativa entre las concentraciones de BDNF con el índice de Barthel, una medida de la capacidad para realizar las actividades básicas de la vida diaria (p = 0,03), la subcategoría de concentración medida con mini examen del estado mental (Mini Mental State Examination (MMSE)) (p= 0,01) y el recuento de eosinófilos en sangre (p = 0,01). Además, el BDNF se correlacionó de manera inversa y significativa con la concentración de colesterol total (p = 0,04) y de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-c) (p = 0,04). En nuestro estudio los sujetos frágiles, en comparación con los individuos robusto, presentaron una disminución significativa de las concentraciones séricas de vitamina D (p < 0,01), sin embargo, esta disminución no se correlacionó significativamente con la gravedad del síndrome de fragilidad ni con ninguno de los criterios individuales de la fragilidad. Como conclusión nuestros resultados muestran la existencia de posibles biomarcadores de fragilidad relacionados con el sistema inmune y hormonal, los cuales no sólo contribuyen a la detección temprana de la fragilidad, sino también, nos permiten conocer los mecanismos biológicos que contribuyen a su desarrollo, con la consiguiente posibilidad de desarrollar o adaptar intervenciones de enfermería adecuadas para tratar, prevenir e incluso revertir el síndrome frágil. | es_ES |
dc.format.extent | 271 p. | es_ES |
dc.language.iso | es | es_ES |
dc.subject | envejecimiento | es_ES |
dc.subject | fragilidad | es_ES |
dc.subject | biomarcadores | es_ES |
dc.title | Búsqueda de biomarcadores en el síndrome de fragilidad | es_ES |
dc.type | doctoral thesis | es_ES |
dc.subject.unesco | UNESCO::CIENCIAS MÉDICAS | es_ES |
dc.embargo.terms | 0 days | es_ES |