El objetivo del proyecto es realizar un estudio empírico de la evolución de la situación de España y de los países de nuestro entorno basada en medidas alternativas del bienestar, obtenidas a partir del índice de Desarrollo Humano y los indicadores de calidad de vida de la OCDE. La idea de “bienestar” o “bien vivir” desde el punto de vista de la evaluación de diferentes políticas es, simultáneamente, un concepto económico, ético y político. Medir el progreso de una sociedad significa evaluar el bienestar de sus individuos considerando las posibilidades, logros y satisfacción de los individuos, y las variables puramente económicas no son sus únicos determinantes. Los individuos se preocupan además de por su riqueza o su capacidad de consumo material, por la salud, la calidad de su trabajo, las relaciones sociales, el medio ambiente o el futuro de sus hijos. Para evaluar las oportunidades de llevar una vida plena hay que considerar también esas dimensiones del bienestar individual y no ignorar el papel de las estructuras sociales, las instituciones o el entorno. Al contrario, la integración social, la participación política, la seguridad jurídica, el medio ambiente, las redes sociales, entre otros, forman parte de lo que podemos entender como el bienestar de las personas.