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El decreto de abolición de los fueros de los Reinos de Valencia y Aragón mantuvo
vigente la normativa tradicional sobre la jurisdicción e inmunidad eclesiástica, ratificándose
esta excepción en la Real Cédula de 7 de septiembre de 1707. Considerando
que ello implicaba un reforzamiento de sus privilegios, los miembros de dicho
estamento presentaron una intensa resistencia a la imposición del estanco del tabaco,
que la monarquía contemplaba como una «regalía notoria» inherente a su soberanía.
Inicialmente, la oposición fue asumida por la jerarquía eclesiástica y generó
enfrentamientos jurisdiccionales de tal gravedad que Felipe V procedió a la emisión
de disposiciones de carácter regalista en las que se limitó seriamente los privilegios
de la Iglesia valenciana. Pero, como los miembros del clero creyeron que estas medidas
vulneraban sus derechos, se sintieron legitimados para adquirir el producto mediante
la realización de actividades que la administración fiscal consideraba fraudulentas.
El motín inducido por el clero en la localidad de Ayora en 1730
constituye la manifestación más evidente de la existencia de dicha mentalidad, que
se mantuvo en gran medida durante el resto de la centuria.The charters abolition decree of the Kingdoms of Valencia and Aragon kept the
traditional regulation on the jurisdiction and ecclesiastic immunity, and this exception was ratified in the Royal Order the 7th of September in 1707. As the members
of this class thought that it was implying a reinforcement of their privileges, they
presented an intense resistance to the imposition of the tobacco monopoly, which the
monarchy considered as a «well-known royalty» inherent in its sovereignty. Initially,
the opposition was assumed by the ecclesiastic hierarchy and it generated jurisdictional
conflicts so serious that Philip V proceeded to the emission of dispositions
in favour of his royal prerogative, which limited seriously the privileges of the Valencian
Church. But, as the clergy members believed that these dispositions were
damaging their rights, they considered themselves legitimized to acquire the product
by means of activities that the fiscal administration considered fraudulent. The riot
induced by the clergy in Ayora's locality in 1730 constitutes the most evident manifestation
of the mentioned mentality existence, which was kept during the rest of
the century.
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