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La enfermedad inflamatoria intestinal es un desorden crónico del tracto gastrointestinal caracterizado por la disfuncionalidad de la barrera epitelial e inflamación de la mucosa. Su etiología es desconocida y se cree que se trata de una respuesta exacerbada del sistema inmune del huésped a agentes microbianos y ambientales en individuos genéticamente susceptibles. Las principales formas idiopáticas de EII son la colitis ulcerosa (CU) y enfermedad de Crohn (EC); ambas comparten algunas características clínico-patológicas y síntomas, pero difieren en otras.
La CU es un trastorno crónico, que se caracteriza por inflamación abscesos y ulceraciones en las criptas principalmente del colon. Por otra parte, la EC se caracteriza por una inflamación transmural inicial que se asocia comúnmente con complicaciones tales como estenosis, abscesos y fístulas. La inflamación es necesaria para el desarrollo de la fibrosis, pero la terapia antiinflamatoria actual no previene la fibrosis en pacientes susceptibles, lo que en la mayoría de los casos conduce a la cirugía.
Hasta el momento, diferentes estudios han contribuido al esclarecimiento de la etiopatogenia de la EII, y se han realizado avances en el tratamiento farmacológico de esta enfermedad. Sin embargo, continúa existiendo un porcentaje considerable de pacientes con EII que no responden a la terapia convencional, lo que hace necesaria la búsqueda de nuevas alternativas terapéuticas.
En la presente tesis tenemos como objetivo principal evaluar el efecto de diferentes compuestos bioactivos en la colitis murina y analizar el papel de ciertos metabolitos endógenos en la etiopatogenia de la inflamación y fibrosis intestinal. Los resultados demostraron que la administración intraperitoneal del extracto etanólico de Hylocereus polyrhizus (EH) evitó significativamente el aumento de la actividad mieloperoxidasa, redujo la infiltración celular y disminuyó la expresión de citoquinas pro-inflamatorias inducidas por el TNBS. La revisión en conjunto de los resultados sugiere una actividad antiinflamatoria por parte del EH.
Los ratones tratados con TNBS presentan, además de una importante inflamación colónica, presentan una alteración del flujo autofágico asociada a la fosforilación del mTOR en la mucosa intestinal. La administración sistémica de betanina (compuesto bioactivo presente en el extracto metanólico de Hylocereus polyrhizus) redujo la colitis inducida por TNBS y revirtió la inhibición del flujo autofágico asociada por un mecanismo mTOR-dependiente. Efectos similares se obtuvieron con la administración de dos conocidos estimulantes de la autofagia, el immunosupresor rapamicina que es un inhibidor de mTOR (Ravikumar et al., 2004) y el disacárido trehalosa que es inductor autofágico independiente de mTOR (Sarkar et al., 2007). Los efectos de la betanina fueron revertidos con el uso de 3MA (3-metiladenina), un bloqueante del flujo autofágico lo que unido al hecho de que los tres agentes favorecieron la degradación de BCL10, un complejo pro-inflamatorio, demuestra que, estimular la autofagia ejerce un papel protector en la colitis murina.
Finalmente hemos analizado la relevancia de la actividad pro-inflamatoria de diferentes metabolitos secundarios, entre ellos el succinato, en la inflamación y fibrosis intestinal. Este metabolito en circunstancias en las que se acumula, tras salir al exterior celular, señaliza a través de un receptor denominado receptor de succinato, “SUCNR1”. Nuestros resultados demuestran que los pacientes con EC presentan altos niveles de succinato sérico e intestinales, además de una mayor expresión de SUCNR1 tanto en resecciones quirúrgicas como en fibroblastos intestinales. Además, gracias al uso de animales carentes de Sucnr1, demostramos el papel de este receptor en la colitis y fibrosis intestinal murina, lo que nos permite proponer a este receptor como una diana farmacológica potencial para el tratamiento de la EC.
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