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Hoy en día entre las paredes de las facultades de medicina se respira un aire distinto al que aspiraban a inhalar los griegos.El objetivo de los formados en el grado de Medicina se encuentra aún muy alejado del ideal de ?sanador?, especialista en el arte de la salud. Abogamos por la rentabilidad de la sanidad, por la eficacia de la educación teórica masiva en medicina, más que por elsaber. Todo ello conlleva a un comportamiento, si bien poco ético, de los estudiantes de medicina, que aspiran a graduarse para obtener una vida de prestigio y ostentosidades, mas por el mero placer de sentirse agradecido por un paciente curado y feliz. La percepción de la asignatura de ética médica, comparado con la del resto en una carrera idealizada por muchos es de menor importancia con la que le correspondería. El fin de la medicina en sí es formar personas que ayudan a personas, personas con una formación basada en lamoral y la ética.
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