|
Desde la consolidación de la pragmática en los años 70 y 80, hablar de la naturaleza "agentiva" o "realizativa" del lenguaje se ha convertido casi un lugar común. Es fácil rastrear la base disciplinar de este tipo de argumentos, procedentes en un primer momento de la filosofía del lenguaje, pero desarrollados también desde enfoques semióticos (como la nueva retórica), lingüísticos (pragmática, teoría de la argumentación y análisis del discurso), y sociológicos (especialmente los estudios de raíces etnometodológicas).
La persuasión es, sin duda, una de las acciones más representativas de este "hacer" del lenguaje, y ocupa un lugar central tanto en la construcción del yo como en la construcción y negociación de las relaciones interpersonales. Las investigaciones sobre este aspecto de la comunicación permiten distinguir dos grandes corrientes: una de procedencia psicológica, fundamentalmente conductista, y otro que recoge la tradición retórica y que tiene su continuación actual en la pragmática. Tal y como señala Xavier Laborda, los conductistas se han preocupado básicamente por identificar las técnicas persuasivas adecuadas para situaciones específicas, mientras que la línea retorico-pragmática se centra en el fenómeno más general de la estrategia persuasiva.
Podemos distinguir también dos grandes ámbitos de estudio de la persuasión, según nos situamos en la comunicación interpersonal o en la comunicación de masas. En este capítulo atenderemos fundamentalmente los aspectos relativos a la persuasión interpersonal.
|