This paper aims to analyze the impact of a pharmacotherapeutic adaptation strategy carried out in a Department of Health of the Valencian Community (designed by a pharmacist and primary care physician in collaboration with a psychiatrist) which was aimed at avoiding the use of a selection of five long half-life benzodiazepines (BZD) in people 75 years (1572 patients) either by deprescription or, if not possible, by substitution with short-acting BZD, safer for this group of patients. Access and intervention on such a high population sample is possible thanks to the ALUMBRA software application and the @GOFAR tool that allows fast and safe communication between primary care pharmacist and doctors. The prevalence of use of selected BZD in the 75-year-old population was 4.9 %, with the proportion of women consuming BZD being higher than that of men. There were no differences in the consumption of BZD among the basic health zones despite the differences found in the socio-demographic characteristics of the population, with the exception of zone 6, which is the most consumed. The most commonly used BZD was diazepam in all basic health areas, with the exception of 5, and the diagnoses mostly associated with treatment with BZD are anxiety (40%), insomnia (13%) and depression (10%). The high percentage of diagnoses (37%), which do not seem to reflect the reality of the indication for which they have been prescribed, highlights the lax use of coding in the electronic Clinical History. After the intervention, the use of the selected BZD has been significantly reduced and only 52.5% of patients continue with the same treatment six months after the intervention, which is a success of the intervention. Zone 6, where the study was initiated and which was the largest consumer of long-acting BZD, has reduced the consumption of long-acting BZD most since the intervention. After analysis of the type of response to the intervention, it is observed that of the total number of patients (1572) treated with long half-life BZD, 307 patients (19.5%) have discontinued treatment and have changed to BZD of short half-life 399 (25.4 %). There are no gender differences. In zone 6, which has been the most successful, most patients change to a short-acting BZD. In this area, a study of the impact of the intervention was carried out after 12 months of its implementation, noting that the results of the strategy are maintained over time. The comparison of the results obtained in the present intervention with previous experiences oriented to the depression of BZD demonstrates the efficiency of the proposed strategy, its applicability to very large population groups and the essential role of the primary care pharmacist in the design, implementation and monitoring thereof.Este trabajo tiene como objetivo analizar el impacto de una estrategia de adecuación farmacoterapéutica realizada en un Departamento de Salud de la Comunidad Valenciana (diseñada por un farmacéutico y médico de Atención primaria en colaboración con un psiquiatra) que tuvo como objeto evitar la utilización de una selección de cinco benzodiacepinas (BZD) de vida media larga en personas ≥ 75 años (1572 pacientes), mediante la desprescripción o si no fue posible, la sustitución por BZD de acción corta, más seguras para este colectivo de pacientes. El acceso e intervención sobre una muestra poblacional tan elevada, es posible gracias al aplicativo informático ALUMBRA y la herramienta @GOFAR que permite una comunicación rápida y segura entre farmacéutico de Atención primaria y médicos. La prevalencia del consumo de las BZD seleccionadas, en la población ≥ 75 años, fue del 4,9%, siendo la proporción de mujeres que consumen BZD superior a la de los hombres. No hubo diferencias en el consumo de BZD entre las zonas básicas de salud a pesar de las diferencias encontradas en las características sociodemográficas de la población, a excepción de la zona 6, que es la más consumidora. La BZD más utilizada fue el diazepam en todas las zonas básicas de salud, a excepción de la 5, y los diagnósticos mayoritariamente asociados al tratamiento con BZD, son la ansiedad (40%), el insomnio (13%) y la depresión (10%). El elevado porcentaje de diagnósticos (37%), que no parecen reflejar la realidad de la indicación para la que se han prescrito, pone en evidencia la utilización poco rigurosa de la codificación en la Historia Clínica electrónica. Tras la intervención realizada se ha reducido significativamente el consumo de las BZD seleccionadas y sólo un 52,5% de pacientes siguen con el mismo tratamiento a los seis meses de la intervención, lo que supone un éxito de la misma. La zona 6, donde se inició el estudio y que era la más consumidora de BZD de acción larga, es la que más ha reducido el consumo de las mismas tras la intervención. Tras el análisis del tipo de respuesta a la intervención, se observa que del total de pacientes (1572) en tratamiento con BZD de vida media larga, han interrumpido el tratamiento 307 pacientes (19,5%) y han cambiado a BZD de vida media corta 399 (25,4%). No existen diferencias en función del género. En la zona 6, que ha sido la más exitosa, la mayoría de los pacientes cambian a una BZD de acción corta. En esta zona se realizó un estudio del impacto de la intervención tras 12 meses de su aplicación, observando que los resultados de la estrategia se mantienen en el tiempo. La comparación de los resultados obtenidos en la presente intervención con experiencias previas orientadas a la deprescripción de BZD demuestra la eficiencia de la estrategia planteada, su aplicabilidad a grupos poblacionales muy grandes y el papel esencial del farmacéutico de Atención primaria en el diseño, implementación y seguimiento de la misma.