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Desde los años 80 han proliferado nuevas formas atípicas de empleo en el Estado
Español. En este contexto, se legaliza el trabajo cedido en 1994. Según los últimos
datos del Anuario de Estadísticas Laborales, el número de trabajadores cedidos es de
708.600 en 2017, habiendo alcanzado la cifra de 1.678.668 en 2009.
En el ámbito académico español se ha examinado el trabajo cedido desde una
perspectiva jurídica y económica. En menor medida encontramos algún estudio sobre
la precariedad de las personas que tienen este estatus. No obstante, en el ámbito
europeo encontramos varios estudios que analizan sus características, trayectorias
laborales y condiciones de empleo. Glaymann(2005:20) plantea el trabajo cedido como
“un objeto con finalidad económica pero con un funcionamiento social e individual.
Los cambios del sistema productivo alteran la fisonomía de nuestro sistema de
empleo. El punto de partida de la presente investigación ha sido que el trabajo cedido
configura una realidad social específica que se materializa en determinadas vivencias.
Por ello, en esta Tesis Doctoral analizamos diferentes fenómenos y su posible relación:
el trabajo cedido en el sistema de empleo español, las razones, objetivos y los
comportamientos laborales de los trabajadores cedidos. Lo interesante es,
principalmente, observar qué hay de libre elección o coerción en las actitudes de estos
trabajadores así como las diferentes vivencias.A la luz de la literatura revisada se puede concluir que los objetivos que se han
planteado en esta investigación han sido estudiados de modo parcial y en bastantes
casos de manera especulativa o ni tan siquiera han sido analizados. Por ello, la
presente investigación plantea un diseño mixto de investigación puesto que esta
estrategia de pluralidad metodológica nos permite cumplir con los objetivos
planteados.
La investigación confirma que el proceso de regulación del trabajo cedido ha
favorecido su rápida implantación. El Estado ha tenido un papel central en este
proceso, satisfaciendo demandas empresariales y eliminando restricciones a la
contratación. La legalización del trabajo cedido destaca por la alta conflictividad social,
proveniente de unos sindicatos mayoritarios combativos que reclamaban la
equiparación salarial para estos trabajadores. Una vez obtenido este logro (1997) el
posicionamiento de los mismos ha sido regulacionista. A pesar de esta situación, las
patronales aún consideran que tienen demandas insatisfechas.
El trabajo cedido viene a satisfacer necesidades muy puntuales teniendo duraciones
inferiores al trabajo temporal en general. Se produce especialmente en el sector
servicios. Los trabajadores cedidos son hombres y mujeres, mayoritariamente menores
de 40 años y con bajo nivel de estudios.
Los trabajadores cedidos acceden por imposición de la empresa contratante (Empresa
Usuaria) y por la presión del sistema de empleo de manera general. En pocas
ocasiones las personas acceden al trabajo cedido voluntariamente porque encuentren
ventajas a esta manera de trabajar.
Sin embargo, esto no implica renunciar a esta experiencia para mejorar
profesionalmente y laboralmente en un futuro. De esta manera racionalizan objetivos
y adoptan decisiones. Para ello, mantienen comportamientos de consentimiento
instrumental con una clara intencionalidad laboral.
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