Un serio obstáculo con el que se encuentra el estudioso de cualquier aspecto de la historia de la ciencia y de la técnica en España es la extraordinaria dispersión de los trabajos consagrados a este tema. Es evidente en primer término la diversidad de su origen cronológico y geográfico. Incluso reduciéndonos al material reunido en este repertorio podemos encontrar trabajos aparecidos en pleno siglo XVIII, junto a otros publicados en todas las fechas del XIX y del XX, hasta la más cercana actualidad. Al lado de los redactados por españoles, hay un considerable número de estudios hispanoamericanos, una proporción sorprendente de trabajos anglosajones, alemanes, italianos y portugueses, e incluso cierta participación de áreas científico-culturales aparentemente desconectadas con la española. Pero la dispersión mayor y la de más graves consecuencias -dada la tendencia a formar compartimentos estancos- es la ocasionada por la diferente procedencia por disciplinas. Existen estudios debidos a científicos españoles que se han asomado a la tradición patria de su propia especialidad, a historiadores de la ciencia y de la técnica, a eruditos locales, a historiadores generales, a cultivadores de zonas muy especializadas de la investigación histórica (arabistas, hebraístas, filólogos clásicos, americanistas), etc.