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El referéndum sobre la permanencia de España en la Alianza Atlántica (OTAN), convocado para el 12 de marzo de 1986 será uno de los conflictos más importantes de 1986, tanto a nivel político nacional, como dentro del PSOE. España ya pertenecía a la OTAN cuando se convocó el referéndum. El presidente de Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, de UCD, en su discurso de investidura de 25 febrero de 1981 -dos días después del intento de golpe de Estado del 23F- había incluido la incorporación de España en la OTAN, adhiriéndose como miembro de la organización atlántica el 30 de mayo de 1982. Calvo Sotelo adoptó esta decisión sabiendo que UCD perdería las elecciones y él no sería reelegido. El resultado de la votación fue: 180 votos a favor de la integración en la OTAN, 126 en contra y 2 abstenciones.
España estaba cerrando el acuerdo de entrada en la Comunidad Económica Europea (CEE) -ingresó el 12 de junio de 1985-, que presionaba para que España se mantuviese en la OTAN, a la que pertenecían la mayoría de ellos. También los EE.UU. presionaban para mantener a España dentro de la Alianza, porque el contexto mundial era de Guerra Fría: OTAN frente a Pacto de Varsovia, y España estaba dentro de los parámetros estratégicos de la OTAN, con bases americanas en su territorio.
La sociedad española se dividirá. La proatlantista Alianza Popular y sus partidos adheridos -PDP y UL-, que lideraba Manuel Fraga optarían por la "abstención activa". En el PSOE se abrirá inicialmente una fractura por no entender buena parte de la militancia el giro político. El giro político del PSOE provocó una reacción contraria por la postura antiatlantista anterior, y hubo mucha oposición a que se celebrase el prometido referéndum.
Felipe González anunciaría que, aunque el referéndum no era vinculante, el No le llevaría a disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas: "Si me dan ahora el voto de castigo, luego vuelvo a ganar por mayoría absoluta", informaba el diario Las provincias el 21 de febrero. A lo que Fraga le contestó el mismo día en ABC: "Si gana el no, González debe dimitir y que otro dirigente del PSOE sea presidente".
Felipe González dará la vuelta a las encuestas: 53% Sí, 40,3% No. El resultado fue favorable al Gobierno de Felipe González, que consiguió darles la vuelta a unas encuestas favorables a la salida de la OTAN, si bien supuso una de las primeras decepciones para sectores progresistas y de izquierdas, y el auge de movimientos por la paz, la solidaridad, la defensa de los derechos humanos y la cooperación internacional. A raíz del referéndum, el PCE crearía Izquierda Unida.
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