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El Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, en su artículo 25, recogía como institución de la Generalitat, la creación de un Consell de Cultura: "Una Llei de les Corts Valencianes establirà les funcions, la composició i l’organització del Consell de Cultura, els membres del qual seran elegits per majoria de dos terços de les Corts Valencianes". El proyecto se discutiría entre los grupos parlamentarios, para consensuar un texto duradero y común. Las Cortes Valencianas aprobaran la Llei del Consell Valencià de Cultura el 23 de octubre de 1985. El conseller de Cultura, Educación y Ciencia, Ciprià Císcar, en nombre del Govern Valencia, presentaría el proyecto: "entenent que per formar part de les Institucions de la Generalitat Valenciana calia donar-li la necessaria estabilitat, així com el suport de tots els Grups presents a la Cambra", refiriéndose al contenido de la ley. La votación final se recoge en el diario de sesiones de las Cortes Valencianas: El Sr. presidente: "Vamos a someter a votación la totalidad. Comienza la votación. Votos a favor, sesenta y siete; en contra, ninguno; abstenciones, ninguna. Queda aprovada la Llei del Consell Valencia de Cultura". La ley era aprobada por unanimidad
El conflicto de la elección de los 21 miembros del CVC. Si la ley había sido aprobada por consenso, la elección de los 21 miembros de la nueva institución de la Generalitat sería compleja y conflictiva, y llevaría semanas llegar al consenso. Uno de los vetados sería el cardenal Vicente Enrique Tarancón, propuesto en su calidad de miembro de la Academia Española de la Lengua. Lo significativo del veto al cardenal Tarancón era que había sido propuesto para el CVC por los socialistas y quien se oponía era la derecha popular. ¿Qué argumentaban los populares para vetar al cardenal Tarancón? Que en su calidad de miembro de la Academia Española de la Lengua el cardenal había firmado, hacia años, un manifiesto en el que se reconocía la unidad lingüística del valenciano y el catalán. El escándalo y ridículo del veto por parte de la derecha popular fue tal, que se volvió en su contra. El Grupo Parlamentario Popular se replantearía el veto al cardenal Tarancón, y señalarían a UV como responsable, ya que el Grupo Popular lo formaban cuatro partidos, uno de ellos Unión Valenciana, que en esas fechas buscaba pretextos para romper la coalición de cara a las elecciones generales de 1986, y presentarse con lista propia, rompiendo con AP, como sucedería poco después. El 1 de noviembre de 1985, se reunían Ciscar, García-Fuster y Zaragoza, de los tres grupos políticos de las Cortes Valencianas, y llegaban al acuerdo de los 21 miembros que compondrían el CVC.
Para presidir el CVC, el presidente de la Generalitat nombraría al Molt Il·lustre Sr. Juan Gil-Albert. En el pleno de constitución se elegiría vicepresidente a Andreu Alfaro Hernández, y secretario a Enric Llobregat Conesa. La Comisión de Gobierno la formarían los tres citados y como vocales Vicente Aguilera Cerni, Juan Ferrando Badía, Vicente Enrique Tarancón y Rafael Ramos.
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