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Las pacientes sometidas a tratamientos antineoplásicos y gonadotóxicos pueden experimentar a largo plazo consecuencias como el fallo ovárico prematuro y la consiguiente pérdida de fertilidad. Es por tanto, que la criopreservación de tejido ovárico es la única opción disponible para la preservación de la fertilidad en pacientes prepúberes y en aquellas pacientes que necesitan inmediatez (es decir, aquellas que no disponen del tiempo suficiente para la realización de una estimulación ovárica y posterior vitrificación de ovocitos). Hasta la fecha se han reportado más de 130 nacimientos gracias a la criopreservación y autotrasplante de tejido ovárico, pero no se ha establecido un protocolo universal y estandarizado para su procedimiento. La mayoría de los estudios se han centrado en la mejoría de protocolos de crioconservación mientras que los pasos previos (como puede ser la preparación del tejido), no han sido evaluados. La decorticación ovárica (extracción de la médula restante para mejorar la infiltración del agente crioprotector en la corteza ovárica) es un paso inicial y crítico. Hasta la fecha, se han descrito tres métodos diferentes de decorticación ovárica: raspado con una hoja de bisturí, corte con microtijera quirúrgica y separación mediante slicer, y no se han realizado estudios que comparen estos métodos de decorticación ovárica. No obstante, la literatura sí que sugiere que el grosor del injerto ovárico podría comprometer la dinámica folicular tras el reimplante. El objetivo por tanto es evaluar si las técnicas específicas de decorticación ovárica varían en la promoción de la criopreservación de la corteza ovárica y los resultados del trasplante. Para ello se dividió el experimento en dos partes. Para la parte in vitro se obtuvieron muestras de biopsias ováricas humanas que se asignaron a uno de los siguiente procedimientos de decorticación: rascado con hoja bisturí (B), corte con tijeras microquirúrgicas (M), separación mediante slicer (S) o no separación (control, C). Para la parte experimental in vivo se combinaron las técnicas de decorticación con dos protocolos diferentes de crioconservación: congelación lenta (SF) y vitrificación (VT), antes del xenoinjerto en ratones inmunodeficientes. Las principales medidas de resultados en el estudio in vitro fueron los recuentos foliculares, la apoptosis, la tensión de cizallamiento, la ruta de señalización Hippo y la inflamación. Para la parte in vivo obtuvimos como principales medidas de resultados el recuento folicular, la angiogénesis, la proliferación y la fibrosis de los injertos recuperados. En cuanto a los resultados, no hubo diferencias en la densidad folicular o en el número de folículos dañados entre las técnicas de decorticación en el estudio in vitro. No obstante, las muestras M mostraron un daño estromal estadísticamente aumentado en comparación con los controles y las muestras S, así como una aumento en la regulación de la expresión del gen Hsp60 responsable del choque térmico. La decorticación mediante las técnicas M y S, inhibió la vía de señalización Hippo, promoviendo cambios en la expresión génica. En el xenoinjerto tras 21 días, la densidad folicular total disminuyó estadísticamente entre las técnicas de decorticación en comparación con los controles no injertados en todos los grupos. Sin embargo, no se observaron diferencias entre las técnicas de decorticación. La vascularización del estroma ovárico aumentó en las muestras vitrificadas, pero entre las muestras de congelación lenta, las muestras B tuvieron la menor densidad de microvasos. Los xenoinjertos decorticados con M, mostraron fibrosis aumentada. Con todo ello, podemos concluir que la decorticación con slicer causa menos daño al tejido ovárico que otros métodos comúnmente utilizados, aunque las tijeras microquirúrgicas parecen preservar un número de folículos ligeramente aumentado. Sin embargo, la decorticación con hoja del bisturí parece ser una técnica segura para mantener unas condiciones foliculares aceptables sin inducir un deterioro estromal grave.
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