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Autism spectrum Disorders (ASD) are, without doubt, one of the nosological groups that carry greater suffering in childhood for those who suffer from this condition and for those who accompany it (parents, family, caregivers...).
ASD is a group of chronic conditions with an onset before age of 3, although it is thought that, in many cases, the affectation is present at birth or even in the foetal period. Although some children may have signs in the first few months of life, in other cases these do not show up to 24 months of age. In fact, sometimes development seems to be normal until 18 – 24 months to, from then on, stop acquiring new skills and lose those already acquired.
More studies have shown that people with ASD interact, communicate, learn and behave differently than people who do not suffer from it. Sometimes there seems to be no difference, while in others they can show both a "high level" of functioning in specific areas and a constant need for support in all areas of functioning throughout their lives. Some people who do not suffer from ASD may present some of the symptoms of the disorder.Los trastornos del espectro autista (TEA) son, sin lugar a duda, uno de los grupos nosológicos que comportan mayor sufrimiento en la infancia tanto para quienes padecen esta condición como para quienes lo acompañan (progenitores, familiares, cuidadores…).
Los TEA son un grupo de entidades crónicas que debutan antes de los 3 años de edad, aunque se piensa que, en muchos casos, la afectación está presente en el nacimiento o, incluso, en el periodo fetal. Si bien algunos niños presentan indicios en los primeros meses de vida, en otros casos no se manifiestan hasta los 24 meses de edad. De hecho, en algunas ocasiones el desarrollo parece ser normal hasta los 18 – 24 meses para, a partir de entonces, dejar de adquirir nuevas competencias y perder las ya adquiridas.
Cada vez son más los estudios que plantean que las personas que padecen TEA interac-túan, se comunican, aprenden y se comportan de forma diferente a las personas que no lo padecen. En ocasiones, no parece haber diferencia alguna, mientras que en otras pueden mostrar tanto un funcionamiento de “alto nivel” en áreas concretas como una necesidad constante de apoyos en todas las áreas de funcionamiento a lo largo de toda su vida. Algunas personas que no padecen un TEA pueden presentar algunos de los síntomas del trastorno.
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