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El deterioro cognitivo y las demencias son uno de los principales motivos de dependencia de las personas mayores. Los gastos derivados de este tipo de patologías representan un desembolso de considerable magnitud para la sanidad. La búsqueda de intervenciones no farmacológicas (TNF) basadas en estimulación cognitiva que ayuden a ralentizar este deterioro resultan de vital importancia sobre todo ante la proyección del envejecimiento de la población.
La estimulación cognitiva, definida como el conjunto de tareas y actividades que buscan trabajar y activar las principales funciones cognoscitivas (como la memoria, la atención y las funciones ejecutivas), se ha mostrado como una terapia útil en el campo de la intervención en demencias para poder enlentecer el deterioro cognitivo asociado. Diversos son los recursos que se pueden encontrar basados en la estimulación cognitiva, aunque muchos con falta de evidencia o calidad en las investigaciones, siendo necesario ampliar la investigación en el campo.
El presente trabajo consiste en un programa de intervención en personas con demencia basado en estimulación cognitiva aplicado a dos grupos tratamiento, por un lado, el tratamiento tradicional con lápiz y papel, por otro lado, el tratamiento con soporte de las nuevas tecnologías. Además, se cuenta con un grupo control de personas con demencia que asisten a los centros participando en otras actividades. En total participaron 157 sujetos en la investigación de doce centros distintos que se asignaron de forma aleatoria a uno de los grupos.
Se llevaron a cabo 16 sesiones de aproximadamente 50 minutos, 2 veces a la semana. Con una duración total de dos meses. Se llevó a cabo una evaluación pre, una post y un seguimiento a los dos meses, conformada por varias pruebas neuropsicológicas que permitieron valorar diferentes aspectos de la atención, las funciones ejecutivas y la memoria.
Las intervenciones arrojaron resultados beneficiosos frente al grupo control, especialmente el grupo tratamiento tradicional. En cuanto a atención el aspecto más beneficiado de la atención es la capacidad de focalización. En cuanto a las funciones ejecutivas se ve especialmente beneficiada la capacidad de abstracción. Mientras que en la memoria es la memoria a largo plazo la que mejores resultados obtiene. Aunque los efectos se diluyen con el paso del tiempo, no siendo significativos en la mayoría de variables en el seguimiento (dos meses tras la intervención). Adicionalmente, se comparó el efecto de las intervenciones en otras variables no cognitivas como eran el estado de ánimo y la dependencia, resultando esta última beneficiada en el grupo tratamiento tradicional, ya que se mantuvo estable frente al grupo control donde aumentó.
Se concluye, por tanto, que la estimulación cognitiva es una intervención útil para el campo de la intervención en personas con demencia, para trabajar la atención, las funciones ejecutivas y la memoria, aunque sus efectos se den a corto plazo, lo que podría indicar la necesidad de mantenerla en el tiempo. Por otro lado, parece resultar más significativa la intervención tradicional, frente a las nuevas tecnologías, aunque por la importancia de estas últimas se hace necesario continuar trabajando en el campo.
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