The Positive Youth Development (PYD) approach identifies adolescents as resources to be empowered rather than problems to be solved. All adolescents have strengths and will develop fully when these strengths are integrated with healthy resources in the diverse environments where they live and interact. The objective of this study was twofold: 1) to design the Positive Youth Development Program for adolescents residing in Rural Areas (DPAR Program); and 2) to evaluate the program’s effectiveness. The DPAR program was evaluated twice, using a quasi-experimental repeated-measures design before and after the intervention, with an intervention group and a control group. The sample in the first study consisted of 145 adolescents ranging from 12 to 17 years old (M = 13.98; SD = .912), and the sample in the second study consisted of 176 adolescents ranging from 11 to 15 years old (M = 12.89, SD = .90). Both samples belonged to high schools with similar characteristics located in a rural context. Mixed-design analyses of variance were performed for each dependent variable. The results showed a significant increase in the majority of the study variables (self-esteem, self-efficacy, group identity, empathy, relational skills, assertiveness, and conflict resolution) and a significant decrease in alexithymia in the intervention group, compared to the control group, as well as better academic performance and a decrease in disruptive behaviors. Through semi-structured interviews, it was possible to demonstrate that the teachers' perceptions of the bond and connection with the students improved, and they perceived a better classroom climate and greater student motivation to continue with their education after finishing high school. Another interesting contribution of this research is the training of teachers to implement the program in their classrooms and, thus, promote the adolescents’ resources and ability to become fully functioning adults. In sum, our study contributes evidence of the effects and learning generated by the DPAR program, supporting its implementation in other schools in the Spanish rural context. The results suggest that fostering the relationship with the young adult residing in or linked to the rural setting is a resource that should be promoted in the transition from primary to secondary school (a space with a small number of classrooms and a teacher of reference, to high school, a space with a large number of classes and teachers) in the teaching-learning process and as a facilitator of positive behaviors. In addition, the study shows that the class of the adolescent residing in a rural context is an effective group for improving socioemotional skills and producing a positive assessment of the school.El enfoque de desarrollo positivo adolescente (PYD, Positive Youth Development), identifica a los y las adolescentes como recursos a potenciar y no como problemas que deben ser resueltos. Todos los/as adolescentes cuentan con fortalezas y se desarrollarán de manera plena cuando estas se integren con recursos saludables en los diversos ámbitos en los que viven e interactúan. El objetivo de este estudio fue doble: 1) Diseñar el Programa de Desarrollo Positivo para Adolescentes que residen en el medio Rural (Programa DPAR) y 2) Evaluar su efectividad. El programa DPAR se evaluó en dos ocasiones, mediante un diseño cuasiexperimental de medidas repetidas antes y después de la intervención con un grupo de intervención y un grupo control. La muestra del primer estudio fue de 145 adolescentes entre 12 y 17 años (M = 13.98; DT = .912) y la del segundo estudio consistió en 176 adolescentes entre 11 y 15 años (M = 12.89, DT = .90), pertenecientes a institutos de características similares y situados en un contexto rural. Se realizaron análisis de diseño mixto de la varianza para cada variable dependiente. Los resultados mostraron un aumento significativo en la mayoría de las variables del estudio (autoestima, autoeficacia, identidad grupal, empatía, habilidades relacionales, asertividad y resolución de conflictos) y una disminución significativa en alexitimia en el grupo de intervención, en comparación con el grupo control, así como un mejor rendimiento académico y un descenso en las conductas disruptivas. A través de las entrevistas semiestructuradas, se pudo demostrar que la percepción del profesorado con respecto a los vínculos y conexión con los/as estudiantes ha mejorado, así como han percibido un mejor clima en el aula y una mayor motivación del alumnado por continuar con su formación una vez finalizada la ESO. Otra interesante contribución de esta investigación es la formación del profesorado para implementar el programa en sus aulas, y de ahí, para favorecer los recursos del propio adolescente y llegar a su adultez más pleno. En definitiva, nuestro estudio aporta consistencia a los efectos y aprendizajes generados por el programa DPAR, para ser implementado en otros centros educativos del contexto rural español. Sugiere fomentar la relación con el adulto joven residente o con vinculación con el entorno rural, como un recurso a potenciar en la transición de Primaria a Secundaria (espacio con un número reducido de aulas y un maestro de referencia, al instituto, espacio con gran número de clases y de profesores), en el proceso de enseñanza-aprendizaje y como facilitador de conductas positivas. Además, muestra que la clase del adolescente que reside en un contexto rural es un grupo efectivo para mejorar las habilidades socioemocionales y la valoración positiva hacía el centro educativo.