This research is based on the semiotic-pragmatic analysis of the photographic gesture. Following this logic, the gestural process takes on central importance, criticizing the assumption that the image must have a dominant function in the photographic action. In this way, properties and categories that would otherwise be considered almost marginal are now seen as pivotal. For this reason, a grammar of the photographic gesture is constructed throughout the investigation in an attempt to formulate a common reading space to decipher it as a continuous and procedural action. The philosophical path is inspired by the theory of George H. Mead centered on gesture as a key social element in the construction of the Self and the Other: this relationship is fundamental for the collective realization which also finds its original principle in the relationship with the environment. The gesture, serving as a medium, becomes the starting point to focus on the emergency and relevance of the act as two founding properties for the establishment of a possible collective memory. The purely procedural determination of gesture theory, however, becomes evident through the semiotic and phenomenological analysis of the philosopher Charles Sanders Peirce. In particular, it is highlighted that the resumption of his semiotic investigation - in the intuitions on photography at the end of the seventies of the twentieth century, where the analysis of indexicality was central - was partial with respect to the complexity and generality of Peirce's theoretical direction. This category, within the original theorical background, is located between the icon and the symbol and has a non-static, but dynamic and continuous relationship with both of them. Accentuating this statute gives birth to a new reading of the entire Peircian logic and not only of a singular categorical aspect. Thus, a new centrality of the human side and of the relationship with the environment are the backdrop to semiotic-pragmaticist meanings such as habitat, experience, consideration of time and space, the relationship with the public. A particular study, which completes the previous assumptions, is dedicated to the theme of the meaning of the gesture. The latter experiential perspective is clarified through John Dewey's theory. Through the analysis of Dewey's theory, the aspect of instrumental experience is highlighted for an approach to photography that respects the pragmatic and phenomenological characteristics already found in Peirce. Another central aspect, within an analysis of photography in the period of the transition to modernity, is certainly represented by the approach to the technique and reproducibility of the image. For this section of investigation, some cultural parameters were first highlighted by focusing on adjacent themes between photography and painting and, subsequently, also divergent aspects between them. Following this speculative direction, once again, the semiotic and phenomenological approach helps in the belief that strengthening a strong relational continuity with the environment.La estructura metodológica de esta labor se desarrolla en un sentido que va de lo general a lo particular, de lo ideal a lo concreto, para llegar al final a la coincidencia entre la forma del trabajo de estudio y su contenido, pues la fotografía se analizará justamente como determinación de lo general y vago en lo particular. Así, tomando como punto de partida un cuadro más general y abstracto, en el análisis han confluido tanto elementos históricos y culturales, que definen el ámbito de la investigación, como, más en detalle, elementos propios de la especulación filosófica sobre el tema del gesto. Una estructura de esta naturaleza sienta sus bases sobre múltiples planos de investigación –como por ejemplo el arte y la historia contemporánea, sin descuidar cuestiones de sociología y antropología– que se entrelazan continuamente sugiriendo ideas y trazando líneas de análisis. A partir de un estudio histórico y filosófico, de este modo, se ha desarrollado una visión teórica y práctica de la fotografía entendida como gesto, alejándose de tal manera de los enfoques más frecuentes, a menudo basados únicamente en el examen de la imagen. El período considerado va de 1930 a 1950. En dicho período, en efecto, la historia de la fotografía se convierte en un reflejo consciente de los diversos cambios que se estaban produciendo en el ámbito cultural europeo y extraeuropeo. Ese intervalo temporal se estima de importancia fundamental tanto por la construcción de la autonomía de la fotografía con respecto al arte como por la contribución en el avance hacia la modernidad que dicho medio ha ofrecido. El proceso de maduración no ha sido lineal, pero las relaciones con la cultura tout court no pueden por menos que ponerse de relieve. La tesis se ha redactado conformada en seis capítulos de los que el primero, el tercero, el quinto y el sexto terminan con ejemplos prácticos de fotógrafos que completan y atestiguan con su experiencia el enfoque del tema tratado en el capítulo. Los capítulos segundo y tercero, aun incluyendo especificidades históricas y artísticas, son relevantes para descifrar elementos de teoría filosófica (pragmatico-semiotica) que prestan apoyo al conjunto de la investigación. En general se puede observar la existencia de un hilo conductor transversal a toda la tesis que se despliega en conceptos como relación y continuidad, cambio y proceso, teniendo siempre al ser humano y su conexión con el ambiente en una posición axial en torno a la cual hacer rotar la propia investigación.