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Con el auge de internet vino aparejada la idea de que todo el contenido en la red era gratuito. La proliferación de programas de intercambio de archivos y de páginas de visionado en directo (o streaming), por citar algunos ejemplos, son prueba de ello. Los creadores de estos programas, en multitud de ocasiones, han sido demandados por la vulneración de los derechos de autor. Unas pretensiones, a la sazón, desestimadas porque estos sujetos no cometían directamente la infracción, sino los usuarios de sus servicios. La situación ha cambiado. El nuevo párrafo segundo del artículo 138 de la Ley de Propiedad Intelectual amplía la legitimación pasiva a quien induzca, coopere o
se beneficie de la conducta infractora, considerándoles, igualmente, responsables de la infracción. El legislador español ha implantado un sistema similar a la secondary liability estadounidense, una figura ya conocida en nuestro sistema jurídico de protección de los bienes inmateriales, concretamente en el artículo 52 de la Ley de Patentes.With the rise of the Internet came the idea that all content on the web was free. The proliferation of file-sharing programs and streaming sites, to cite a few examples, are proof of this. The creators of these programs have often been sued for copyright infringement. These claims, at the time, were dismissed because the infringement was not committed directly by these parties, but by the users of their services. The situation has changed. The new second paragraph of article 138 of the Law on Intellectual Property extends the passive legitimization to whoever induces, cooperates or benefits from the infringing conduct. benefit from the infringing conduct, considering them equally liable for the infringement. The Spanish legislator has implemented a system similar to the American secondary liability, a figure already known in our legal system for the protection of intangible assets, specifically in article 52 of the Patent Law.
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