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Los datos de prevalencia y distribución de los genotipos del VHC se demostraron útiles para la elaboración de estrategias de control y abordaje de la infección por el VHC. Estudios previos han publicado la epidemiología del VHC a nivel nacional, sin embargo, no hay ningún estudio reciente en la Comunidad Valenciana.
En esta Tesis Doctoral se muestra la prevalencia y distribución de los genotipos del VHC en el área de influencia del CHGUV durante los años 2007-2016, así como la relevancia de la técnica de genotipado en esta distribución o en la indicación de los AAD para el tratamiento de la infección.
Se trata de un estudio retrospectivo de 3.195 pacientes con infección por VHC a los que se les había realizado el genotipo del virus, recogiendo variables demográficas, clínicas y de tratamiento. Posteriormente, en una muestra seleccionada de 100 pacientes se comparó la técnica comercial utilizada para la determinación del genotipo, PCR-RT, con la secuenciación de la región NS5B, método de referencia en la mayoría de estudios comparativos.
Entre las características de la población estudiada se observó que el 70% de los pacientes pertenecía al área sanitaria del CHGUV, mientras que el 30% restante procedían del centro penitenciario de Picassent.
En la distribución de los genotipos destaca el predominio del genotipo 1, con la misma tasa de subtipo 1b (33%) que de 1a (32,7%), seguidos del genotipo 3 (15,9%), y el 4 (11,5%). Al categorizar la población según su origen, se encontraron diferencias entre los pacientes pertenecientes al área sanitaria y la población reclusa. En la población del área predominó el subtipo 1b (43,3%), seguido del 1a (28,2%) y el genotipo 3 y 4 (12,9% y 9,0%), mientras que en el centro penitenciario el subtipo más frecuente fue el 1a (44,9%), seguido de los genotipos 3 y 4 (23,9% y 17,7%), siendo el subtipo 1b el cuarto en frecuencia (10,7%).
Un 27,4% del total de la población eran coinfectados VHC-VIH, entre los que se observó asociación con los genotipos 1a y 4. Sin embargo, no se observó asociación con el genotipo 3, teniendo tanto monoinfectados como coinfectados la misma prevalencia.
En un 31,1% de los pacientes constaba en la historia clínica la vía de transmisión, de los cuales el 63% eran pacientes del área y el 37% del centro penitenciario. La vía de transmisión más frecuente fue la ADVP con un 61,3%, seguida de la transfusión sanguínea con un 14,2%, y la vía desconocida con un 12,4%. Los genotipos 1b y 2 se asociaron con la transmisión nosocomial, mientras que los genotipos 1a, 3 y 4, se asociaron con la ADVP.
Respecto a la evolución de la distribución de los genotipos durante el periodo estudiado, sólo en la población del área sanitaria se observó un incremento del subtipo 1b hasta un 45,4% en 2012, y un 55,5% en 2015, en relación con la aparición de los AAD, Telaprevir y Boceprevir, y las nuevas combinaciones libres de IFN.
De los pacientes incluidos en el estudio, 925 se trataron en el CHGUV con AAD sin IFN. El subtipo 1b fue el tratado con más frecuencia en 2015-2016, seguido del 1a, 4 y 3. En cambio, el subtipo 1a pasó a ser el más tratado durante la primera mitad de 2017. Al final del estudio, tras descartar a los pacientes tratados y con RVS, se observa una nueva distribución de los genotipos, siendo el subtipo 1a el más frecuente con un 38%, seguido del 1b con un 26%.
Respecto a la comparación de los métodos de estudio de genotipo, entre la PCR-RT de uso habitual y la secuenciación de la región NS5B, de referencia, el grado de concordancia fue muy bueno (índice de Kappa 0,81-1,00). Las discordancias de la PCR-RT fueron debidas a la falta de discriminación de subtipo y de detección de las infecciones mixtas, y en ningún caso se detectó error en el genotipo y en el subtipo 1a/1b.
El estudio demuestra que las características de la población estudiada han influido en la diferente distribución de los genotipos con respecto a otros estudios, con una mayor tasa de subtipo 1a y una menor frecuencia de 1b, 2 y 3. Al excluir la población reclusa se mantiene la misma distribución que en otros estudios a excepción de una menor frecuencia del genotipo 3.
Además, se observan cambios en la distribución de los genotipos relacionados con los periodos de tratamiento de la infección por el VHC. El genotipo predominante entre los pacientes pendientes de tratar al finalizar el estudio fue el subtipo 1a.
Por último, la técnica PCR-RT se ha demostrado como un método fácil y económico para el estudio del genotipo del VHC. Sin embargo, los casos con genotipo indeterminado, genotipos mixtos y genotipo 1 no subtipable, deberían ser estudiados mediante secuenciación de la región NS5B.
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