Entre 1931 y 1939, la ciudad de Valencia presenta una etapa especialmente rica en cuanto a la creación y actividades relacionadas con la música de concierto autóctona. Ello resulta más evidente si comparamos este periodo con etapas anteriores y posteriores. La elección de Eduardo López-Chavarri (1871-1970) como figura conductora para presentar un análisis de estos ámbitos de creación y actividad se justifica por la gran variedad de actividades que este músico desarrolló en una carrera que, además, estaba en pleno apogeo en los años 30. Así, López-Chavarri tuvo una actividad continua como crítico musical en prensa diaria (Las Provincias) y revistas especializadas como Ritmo, publicaciones en las que escribió una gran cantidad de material sobre música valenciana. De forma simultánea, continuó desarrollando en la ciudad de Valencia su amplia y variada trayectoria como compositor, musicólogo (con especial atención al estudio del folklore valenciano) o intérprete (director de orquesta y pianista que presentó piezas de autores valencianos). A esto se añade su actividad como conferenciante y divulgador sobre música autóctona (con presencia habitual en el Conservatorio y las principales entidades culturales de la ciudad) y, finalmente, como docente en el Conservatorio de Valencia, en el que marcó con su influencia a compositores como Joaquín Rodrigo y Manuel Palau. Como se muestra en este trabajo, López-Chavarri impulsó la música valenciana de forma muy clara, tanto desde la teoría como desde la práctica. Analizar su trayectoria en estos años supone, simultáneamente, estudiar esa riqueza de actividades que la capital valenciana presenta en esta etapa tan decisiva.