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Estudiar la correlación entre valores de tomografía de coherencia óptica (OCT, Optical Coherence Tomography) peripapilar y macular con volumetrías cerebrales y espinales determinadas a partir de imágenes de resonancia magnética (RM), teniendo en cuenta el tipo de esclerosis múltiple (EM) y el antecedente de neuritis óptica (NO). Formular y validar modelos matemáticos para la predicción de la discromatopsia y de la discapacidad a partir de marcadores clínicos y paraclínicos. MATERIAL Y MÉTODO: Estudio observacional, analítico y transversal de 92 pacientes de la Unidad Mixta de EM y Neurorregeneración del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia. De cada paciente se recogieron los siguientes datos clínicos: edad en el momento de la exploración (años), sexo, duración de la enfermedad (años), historia farmacológica de tratamientos modificadores de la enfermedad (clasificados como de 1º o 2º línea), antecedente de NO, discapacidad medida a través de la escala expandida de discapacidad (EDSS, Expanded Disability Status Scale) y tipo de enfermedad (forma remitente recurrente (EMRR), primaria progresiva (EMPP) o secundaria progresiva (EMSP)). Además, cada participante fue valorado neurorradiológicamente (RM cerebral y espinal), mediante OCT (peripapilar y macular) y mediante el test de Farnsworth D-15. Los datos de imagen neurorradiológica y oftalmológica, la valoración de la discapacidad y la valoración de la visión cromática se realizaron con un intervalo de tiempo menor a 3 meses entre exploraciones. Para el estudio de las correlaciones entre valores de OCT y RM se utilizaron modelos de regresión lineal multivaribles ajustados por edad, sexo y duración de la enfermedad, teniendo en cuenta el antecedente de NO y el fenotipo de enfermedad (EMRR o EMP). Para la formulación de un modelo de discromatopsia y otro de discapacidad, se utilizaron las variables de los ojos sin NO, utilizando 50 pacientes sin diferenciar entre fenotipos de enfermedad. En dicha formulación se utilizaron las variables clínicas y paraclínicas que guardaban una relación estadísticamente significativa (p≤ 0,05) con el logaritmo del Colour Confusion Index (log CCI) y la EDSS, formulando un modelo de regresión lineal y otro de regresión ordinal. La validación de dichos modelos se llevó a cabo con los 14 participantes restantes. RESULTADOS: El antecedente de NO se asocia estadísticamente con un menor volumen cerebeloso, un menor grosor de la capa de fibras nerviosas de la retina peripapilar (CFNRp), de la capa de células ganglionares (CCG), y de la capa plexiforme interna (CPI), mientras que dicho antecedente se asocia estadísticamente con un engrosamiento de la capa nuclear interna (CNI). El volumen espinal cervical se correlaciona con el sector nasal de la CFNRp de los ojos con antecedente de NO, independientemente del tipo de enfermedad y en el grupo de EMRR; mientras que se correlaciona con el haz papilomacular, la CCG y la CPI en ojos sin antecedente de NO independientemente del tipo de enfermedad. No se registró la presencia de edema macular microquístico en la CNI, correlacionándose dicha capa macular de manera inversa con la atrofia cerebral (BPF, Brain Parenchymal Fraction) y con el volumen cerebeloso en los ojos de pacientes diagnosticados de EMP sin antecedente de NO. El log CCI se correlaciona inversamente con la CFNRp, la CCG, el BPF y el volumen espinal, mientras que se asocia de manera directa con la edad del paciente, la duración de la enfermedad y la EDSS. El valor de EDSS se correlaciona inversamente con el volumen espinal, la CCG y la CPI, mientras que se correlaciona de manera directa con la edad del paciente. CONCLUSIONES: Los datos obtenidos a través del examen estructural y funcional visual se correlacionan con diferentes compartimentos del sistema nervioso central, incluso sin un nexo anatómico o funcional, lo que permite utilizarlos como marcadores subrogados del componente neurodegenerativo e inflamatorio de la enfermedad. La discromatopsia y la discapacidad en pacientes de EM pueden calcularse con los modelos formulados y validados a través de otras variables clínicas y paraclínicas ampliamente utilizadas en la investigación y asistencia clínica de dicha enfermedad.
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