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El estrés es una reacción fisiológica que se produce cuando un individuo se enfrenta a una situación alarmante, peligrosa o excesivamente demandante, lo que resulta en una experiencia psicológicamente negativa. Es bien conocido el efecto nocivo que el estrés tiene sobre la salud, pero es más controvertido cuanto de influyente es en el embarazo. La gestación en general y el parto en particular suponen una situación de estrés psicofisiológico tanto para la madre como para el feto. Dependiendo del tiempo de exposición a la agresión, el estrés puede ser agudo o crónico. El estrés agudo es necesario para la supervivencia pues supone la respuesta a una agresión, pero si el estrés se perpetúa cronifica y puede conducir a una fase de agotamiento. Es el estrés crónico el más perjudicial para la salud. El estrés en el embarazo se ha relacionado con pérdidas gestacionales tempranas, parto pretérmino, bajo peso al nacimiento y estados hipertensivos del embarazo. No obstante, en la literatura hay gran controversia. El objetivo de nuestro trabajo es discernir si el estrés durante la gestación influye en el tipo, vía de parto y los resultados perinatales; y si la vía o tipo de parto tiene efecto sobre el estrés en el momento de finalizar la gestación.Para ello se ha diseñado un estudio prospectivo de cohortes en el que se valora el estrés mediante biomarcadores bioquímicos (alfa amilasa salival -estrés agudo-, y cortisol en saliva; estrés crónico) y test psicológicos (test de depresión de Beck; depresión-, test de ansiedad estado rasgo STAI; ansiedad-) en dos grupos de pacientes: un grupo de pacientes con gestaciones de curso normal que finalizan a término y un grupo de pacientes con amenaza de parto pretérmino que precisa ingreso y tratamiento pero que finalmente tienen un parto a término. Las pacientes fueron valoradas en tres momentos durante el proceso de maternidad: la inclusión en el estudio en tercer trimestre
de gestación, el momento del parto y en el puerperio a los 3 meses del parto. Tras el estudio, podemos concluir que el estrés durante el embarazo puede influir en los resultados obstétricos provocando complicaciones como la amenaza de parto pretérmino pero no parece que condicione la vía del parto. En cuanto al momento de finalizar la gestación, no se objetivan diferencias significativas en los biomarcadores de estrés agudo ni crónico, ni en ansiedad y depresión en el momento del parto en función de la vía de finalización de la gestación, ni del tipo
de parto; luego parece que el tipo de parto no tienen un papel determinante en el estrés que la paciente presenta en el momento final de su gestación.
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