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Data sharing between researchers is a practice that has been gaining relevance in recent years. Although it is a practice with a long history in science, nowadays technological advances and the progressive awareness of open access have made it increasingly required by journals, publishers and funding agencies. Since researchers are the main ones called upon to carry out this practice, inquiring about their knowledge, beliefs and attitudes about data sharing is vital to understand this phenomenon and to outline its medium- to long-term projection.
The methodology used was qualitative and consisted of a semi-structured interview with open-ended questions to 23 Health Sciences researchers in the Spanish context. A purposive sampling was carried out for their selection following the snowball technique. The sample consisted of people with different years of experience and who carried out basic or applied research. The interviews were manually transcribed into documents in .doc format and analyzed with the qualitative research software Atlas.ti.
Among the main results of the study, it was found that basic researchers have more knowledge and more experience with practice, as well as less reluctance than applied researchers to carry it out. However, they also encountered more often the requirement of data sharing by journals. On beliefs, in general all interviewees recognize the importance of practice, however, fears related to the loss of competitive advantage in terms of curriculum (especially among juniors), and in terms of securing funding (especially among seniors) are evident. For this reason, attitudes towards the internship can be summarized as "yes, but with conditions", in the vast majority of cases.
The main conclusion of this work is that there is a need to address the perception of researchers about a practice such as data sharing from a qualitative perspective. It is a practice that implies modifying the habits of researchers and assuming a series of risks in a very competitive world such as the scientific one. To try to ensure some success, institutional policies, as well as those of public and private funding entities, should focus on understanding the subjective realities of researchers before making moves and launching guidelines.El intercambio de datos entre investigadores es una práctica que ha ido ganando relevancia en los últimos años. Aunque es una práctica con una larga historia en la ciencia, hoy en día los avances tecnológicos y la progresiva concienciación sobre el acceso abierto han hecho que sea cada vez más requerida por las revistas, los editores y las agencias de financiación. Dado que los investigadores son los principales llamados a llevar a cabo esta práctica, indagar en sus conocimientos, creencias y actitudes sobre la compartición de datos es vital para entender este fenómeno y perfilar su proyección a medio y largo plazo.
La metodología llevada a cabo ha sido cualitativa y consistió en una entrevista semi-estructurada con preguntas abiertas a 23 investigadores de Ciencias de la Salud en el contexto español. Para su selección se ha llevado a cabo un muestreo intencional siguiendo la técnica de la bola de nieve. Se ha buscado que la muestra estuviera conformada por personas con distintos años de experiencia y que llevaran a cabo investigación básica o aplicada. Las entrevistas fueron transcritas manualmente en documentos en formato .doc y analizadas con el software de investigación cualitativa Atlas.ti.
Entre los principales resultados del estudio se ha hallado que los investigadores de básica tienen más conocimientos y más experiencia con la práctica, así como menos reticencia que los investigadores aplicados para llevarla cabo. No obstante, también se han encontrado más a menudo con la exigencia de compartir datos por parte de las revistas. Sobre las creencias, en general todas las personas entrevistadas reconocen la importancia de la práctica, sin embargo, se evidencian miedos relacionados con la pérdida de la ventaja competitiva en cuanto a currículum (sobre todo entre los junior), y en cuanto a la consecución de financiación (sobre todo entre los senior). Por este motivo, las actitudes hacia la práctica se pueden resumir en “sí, pero con condiciones”, en la gran mayoría de los casos.
La principal conclusión de este trabajo es que existe la necesidad de abordar la percepción de los investigadores e investigadoras sobre una práctica como es el uso compartido de datos desde una perspectiva cualitativa. Se trata de una práctica que implica modificar los hábitos de los investigadores y asumir una serie de riesgos en un mundo muy competitivo como es el científico. Para tratar de asegurar un cierto éxito, las políticas institucionales, así como de las entidades financiadoras públicas y privadas, deben centrarse en entender las realidades subjetivas de los investigadores antes de realizar movimientos y lanzar directrices.
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