Intersectionality as a theoretical concept emerged in the face of the shortcomings of the 20th century feminist movement to represent those other realities that had been silenced. We are talking about racialized women, homosexuals, prostitutes, workers, among many others, who did not fit into the political subject that served as the basis for the suffragette struggle. Authors such as Angela Davis, Gloria Anzaldua, bell hooks, Monique Witting, denounced the exclusion of white, bourgeois and heterosexual feminism, which inevitably put the class interests of privileged women above the rest of women. Their main idea is to question that gender inequality is universal and is reproduced in the same way in all women. Thus, they proclaim the relevance of considering other factors such as race, class, identity or sexual orientation, in their intersection with gender, in order to understand the particularities of inequality. Thus the concept of intersectionality is born, from the hand of Crenshaw and Hill Collins, as the phenomenon by which the intersection between gender, ethnicity, class, ability, identity and sexual orientation, among other dimensions, generates the distribution of power between social groups. It is for this reason that intersectionality within public policies makes it possible to incorporate the specificities of groups and thus avoid all types of discrimination. It is worth asking ourselves at this point: why is it important for our equality policies to take into account the particularities of all of us in order to meet the objectives of inclusion, equality and protection of diversity? We start at this point from the idea of the non-neutrality of public policies and the need for state intervention to tackle gender inequality. Thus, a tool that can help us to design public policies that favor the inclusion and universality of all recipients is necessary. This TFG exposes the advantages of intersectionality in the design of public policies, both from the theoretical point of view, as well as from the praxis, through the selection of cases. Thus, this work ends with the evaluation of the design of two Spanish local public policies that have introduced the intersectional approach in their design.La interseccionalidad como concepto teórico surgió ante las carencias del movimiento feminista del siglo XX para representar esas otras realidades que habían sido silenciadas. Hablamos de mujeres racializadas, homosexuales, prostitutas, trabajadoras, entre muchas otras, que no cabían en el sujeto político que sirvió de base para la lucha sufragista. Autoras como Angela Davis, Gloria Anzaldua, bell hooks, Monique Witting, denunciaron la exclusión del feminismo blanco, burgués y heterosexual, que inevitablemente ponía los intereses de clase de las mujeres privilegiadas por encima del resto de mujeres. Su idea principal es cuestionar que la desigualdad de género es universal y se reproduce de la misma manera en todas las mujeres. Así, proclaman la relevancia de considerar otros factores como la raza, la clase, la identidad o la orientación sexual, en su intersección con el género, para comprender las particularidades de la desigualdad. Así nace el concepto de interseccionalidad, de la mano de Crenshaw y Hill Collins, como el fenómeno por el cual el cruce entre el género, la etnia, la clase, la capacidad, la identidad y la orientación sexual, entre otras dimensiones, genera la distribución de poder entre los grupos sociales. Es, por ello, que la interseccionalidad dentro de las políticas públicas permite incorporar las especificidades de los colectivos y, así, evitar todo tipo de discriminación. Cabe preguntarnos en este momento: ¿por qué es importante que nuestras políticas de igualdad contemplen las particularidades de todas nosotras para cumplir con los objetivos de inclusión, igualdad y protección de la diversidad? Partimos en este punto de la idea de la no neutralidad de las políticas públicas y de la necesaria intervención estatal para atajar la desigualdad de género. Así, se alza como necesaria una herramienta que puede nos sirva para realizar un diseño de las políticas públicas que favorezca la inclusión y la universalidad de todos los destinatarios. Este TFG expone las ventajas de la interseccionalidad en el diseño de las políticas públicas, tanto desde el punto de vista teórico, como desde la praxis, a través de la selección de casos. Así, se finaliza este trabajo con la evaluación del diseño de dos políticas públicas locales españolas que han introducido el enfoque interseccional en su diseño.