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La incompatibilidad ABO entre donante y receptor no supone un impedimento en la realización de un alotrasplante de progenitores hematopoyéticos (alo-TPH). Sin embargo, se ha asociado con una mayor morbilidad y mortalidad, así como a un aumento de eventos inmunohematológicos y de requerimientos transfusionales en los pacientes trasplantados con incompatibilidad ABO. Planteamos la hipótesis de que un conocimiento detallado de estos aspectos podría ser crucial para optimizar el manejo y la estrategia transfusional en el paciente individual sometido a un trasplante con incompatibilidad ABO y así disminuir la morbilidad y mortalidad asociada. El objetivo general de la tesis es realizar un análisis de los eventos inmunohematológicos y de los requerimientos de los distintos componentes transfusionales según el grado de compatibilidad ABO, así como su impacto en los resultados de las distintas modalidades de alo-TPH en una amplia serie de pacientes de una sola institución. Se incluyeron en el estudio 602 pacientes adultos con enfermedades hematológicas malignas trasplantados entre enero de 2009 y diciembre de 2018. Los trasplantes con incompatibilidad ABO no mostraron diferencias en la tasa y velocidad del injerto mieloide ni plaquetar. Tampoco hubo diferencias en la incidencia de enfermedad injerto-contra-receptor (EICR) aguda o crónica, recaída, mortalidad relacionada con el trasplante (MRT) ni en la supervivencia global (SG). Sin embargo, los trasplantes con incompatibilidad ABO mayor presentaron una tasa de independencia transfusional de hematíes más tardía y desfavorable que los ABO idénticos, requiriendo una mayor cantidad de concentrados de hematíes durante los 180 primeros días, aunque las diferencias solo fueron significativas en el alo-TPH de hermano HLA idéntico. En cambio, no hubo diferencias en la independencia y en los requerimientos transfusionales de plaquetas según el tipo de compatibilidad ABO. El tipo de trasplante fue el factor más influyente en la tasa de independencia transfusional y en los requerimientos transfusionales tanto de hematíes como de plaquetas, siendo más favorables en el trasplante de hermano HLA idéntico, seguido del donante no emparentado, el haploidéntico y el trasplante de sangre de cordón umbilical. Otros factores que mostraron un impacto negativo fueron el estadio avanzado de la enfermedad, el uso de ciclofosfamida postrasplante como profilaxis de la EICR, la transfusión de hematíes en los 10 días previos al trasplante y el desarrollo de una EICR aguda de grado III-IV y de un síndrome de obstrucción sinusoidal. Los pacientes que recibieron más concentrados de hematíes y de plaquetas durante los 30 primeros días postrasplante tuvieron una menor SG y una mayor MRT. Sin embargo, la transfusión de plaquetas serológicamente incompatibles no mostró diferencias significativas. Se documentaron 34 eventos inmunohematológicos en 32 de 602 pacientes (5%), siendo más frecuente la persistencia de isoaglutininas del receptor (12 casos, 35%), seguido de la anemia hemolítica autoinmune (10 casos, 29%), la aloinmunización transfusional (5 casos, 15%), la aplasia pura de la serie roja (5 casos, 15%) y el síndrome del linfocito pasajero (2 casos, 6%). No se identificó ningún caso de hemólisis clínicamente significativa debido a la incompatibilidad ABO.
Concluimos que el trasplante con incompatibilidad ABO es un procedimiento seguro que no influye significativamente en el pronóstico de los pacientes. El desarrollo de reacciones hemolíticas y de otras complicaciones es infrecuente, aunque es necesario un adecuado conocimiento de las mismas para una rápida identificación y apropiado manejo. La incompatibilidad ABO mayor se asocia a un aumento de las necesidades transfusionales de hematíes, por lo que es aconsejable evitarla, siempre y cuando se disponga de otro donante idóneo. La identificación de esta y de otras variables relacionadas con mayores requerimientos, como el tipo de trasplante o la profilaxis de la EICR con ciclofosfamida postrasplante, cuyo uso se está extendiendo, resultan imprescindibles para hacer una mejor previsión de sus necesidades y asegurar un adecuado manejo transfusional.
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