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La infección fúngica invasiva (IFI) es una causa cada vez más frecuente de morbi-mortalidad en pacientes con enfermedades hematológicas malignas en tratamiento con quimioterapia intensiva y los receptores de un trasplante alogénico de progenitores hematopoyético (alo-TPH). El objetivo de esta tesis por compendio de publicaciones fue realizar un estudio epidemiológico de la IFI en nuestro entorno y, recoger la práctica clínica habitual en la profilaxis y el tratamiento de la IFI. Para ello se recogen los resultados de tres estudios publicados en revistas de alto impacto especializadas en hematología y trasplante hematopoyético. Los estudios comparten un nexo común, el análisis de las infecciones fúngicas invasivas en dos grupos de pacientes con muy alto riesgo de desarrollar estas infecciones graves y en los que se usan diferentes estrategias de profilaxis antifúngica, como son los receptores de un alo-TPH y los pacientes con leucemia mieloblástica aguda (LMA) sometidos a quimioterapia intensiva. Estos estudios prestan especialmente atención al impacto de la profilaxis antifúngica administrada (eficacia, toxicidad, desarrollo de IFI de brecha), a la epidemiología de la IFI en nuestro entorno, a la incidencia y evolución de esta complicación, analizando también los factores de riesgo que permitan una mejor adaptación, si es necesario, de las estrategias profilácticas y terapéuticas disponibles. Sus conclusiones fueron:
1. La incidencia de IFI en pacientes hematológicos de alto riesgo en nuestro entorno continúa siendo elevada. Entre el 8 y el 11% de los receptores de alo-TPH desarrollaron una IFI y hasta el 10% en pacientes con LMA en tratamiento intensivo.
2. El pulmón fue el órgano más frecuentemente afectado y los hongos aislados con más frecuencia fueron del género Aspergillus.
3. Se identificaron cinco variables con valor pronóstico independiente en pacientes sometidos a alo-TPH tras el injerto: edad mayor a 40 años, TPH previo, neutropenia antes del injerto de más de 15 días, reactivación de CMV antes del día 180 y EICH crónico extenso. Estas variables sirvieron para construir un modelo de predicción multivariable que fue validado y logra segregar a los pacientes en riesgo bajo, intermedio o alto de desarrollar IFI.
4. La profilaxis con itraconazol y voriconazol a dosis bajas (100 mg/12h) resultó ineficaz para prevenir episodios de IFI en receptores de alo-TPH. La profilaxis con voriconazol a dosis plenas (200 mg/12h) redujo el riesgo de IFI tras el injerto mieloide en los pacientes de riesgo bajo o intermedio, pero no tuvo un impacto en los pacientes de alto riesgo. El voriconazol a dosis plenas (200 mg/12h) mostró una toxicidad similar al voriconazol a dosis bajas.
5. La profilaxis con voriconazol a dosis plena (200 mg/12h) en pacientes con LMA tratados con quimioterapia intensiva de primera línea demostró reducir la incidencia de IFI, el tiempo de hospitalización y el uso de terapia antifúngica empírica, cuando se comparó con la profilaxis con fluconazol o itraconazol. Otro factor protector de IFI encontrado en el análisis multivariante fue recibir un ciclo de quimioterapia sin antraciclinas (citarabina a altas dosis).
6. La revisión periódica de la incidencia de IFI, sus factores pronósticos, y el impacto de las profilaxis antifúngica utilizadas en cada centro resulta fundamental para optimizar las estrategias profilácticas, diagnósticas, y terapéuticas.
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