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En los últimos años, la microbiota intestinal se ha convertido en una novedosa y prometedora diana terapéutica para el tratamiento de la obesidad y enfermedades asociadas. Nuestra cepa de estudio, Bifidobacterium pseudocatenulatum CECT 7765, ha demostrado en repetidos estudios con modelos animales de obesidad que mejora alteraciones metabólicas e inmunológicas y restaura el daño vascular. HIPÓTESIS Y OBJETIVOS Según nuestra hipótesis, los resultados obtenidos en modelos murinos podrían ser reproducibles en humanos con el consumo regular de B. pseudocatenulatum CECT 7765, junto con la adopción de hábitos de alimentación saludables. El presente estudio clínico tiene como objetivo evaluar los efectos de la administración oral de este potencial probiótico sobre marcadores de inflamación y salud cardiovascular y, sobre la composición de la microbiota intestinal, en niños con obesidad y resistencia insulínica. MATERIAL Y MÉTODOS Estudio prospectivo, longitudinal, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, durante 13 semanas. Una cohorte de 48 niños y adolescentes (7-16 años) con obesidad (z-IMC≥2) y resistencia insulínica (índice HOMA-IR>3,16), se distribuyeron entre grupo probiótico (tomaron una dosis diaria de 1x109-10 UFC) y grupo placebo. Todos recibieron idénticas pautas de alimentación basadas en la reducción de ultraprocesados y la promoción de alimentos frescos y mínimamente procesados, como frutas, hortalizas y tubérculos. Al inicio y al final de la intervención se tomaron medidas antropométricas y se analizaron parámetros de riesgo cardiovascular (resistencia a la insulina, dislipemia, tensión arterial), parámetros de inflamación y adipoquinas como leptina, adiponectina, omentina-1 y MCP1, y otros parámetros bioquímicos: GGT, la ALT o la 25(OH)D. Se analizó la ingesta dietética al inicio y al final de la intervención a través de un recordatorio de ingesta de alimentos de tres días. Y, por último, se llevó a cabo un análisis de microbiota fecal al inicio y al final del estudio. RESULTADOS Bifidobacterium pseudocatenulatum CECT 7765 provocó una disminución significativa en los niveles de PCR-us (P=0,026) y MCP1 (P=0,032), así como un aumento de c-HDL (P=0,035) y omentina-1 (P=0,023). Sin embargo, no logró una mejora significativa de la composición corporal (z-IMC, porcentaje de masa grasa, peso corporal, perímetro de la cintura). En cuanto a la composición de la microbiota intestinal, la administración de B. pseudocatenulatum CECT 7765 incrementó significativamente la proporción de miembros de la familia Rikenellaceae, particularmente del género Alistipes, asociado a una menor acumulación de grasa corporal. Tanto el grupo placebo como el probiótico, experimentaron una disminución significativa del z-IMC después de la intervención (P=0,001*) y (P=0,000*), respectivamente. Lo que sugiere que los cambios de peso están relacionados con el asesoramiento dietético, que fue el mismo para ambos grupos. No se observaron diferencias en la ingesta calórica y nutricional entre grupos. La intervención dietética consiguió reducir significativamente la ingesta energética y de azúcares, e incrementar el consumo de fibra en ambos grupos. CONCLUSIONES Los efectos beneficiosos de la intervención sobre los marcadores inflamatorios y el perfil lipídico sugieren que, la ingesta de B. pseudocatenulatum CECT 7765 junto con una intervención dietética basada en la educación nutricional, y no en el contaje calórico, pueden mejorar el estado inflamatorio en niños con obesidad y resistencia insulínica. Estos efectos son paralelos al aumento de los grupos bacterianos asociados a un mayor porcentaje de masa magra. La modulación de la microbiota intestinal mediante la suplementación con probióticos, puede constituir una herramienta terapéutica eficaz para revertir, en parte, las alteraciones metabólicas e inflamatorias secundarias a la obesidad. Además, una intervención dietética basada en minimizar el consumo de ultraprocesados y promover el consumo de alimentos frescos y mínimamente procesados, sin llevar a cabo una dieta estricta con pesaje de alimentos y recuento calórico ni establecer unos porcentajes específicos de macronutrientes, es una herramienta útil y eficaz para reducir el z-IMC.
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