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Este texto analiza la tensión entre la imagen autorreferencial de la modernidad europea construida por los pensadores ilustrados y la percepción de las peculiaridades nacionales que la desestabilizan desde el Sur, a partir de la caracterización de los españoles que encontramos en la colección de viajes de Joseph de La Porte Le Voyageur François (1765-1795). En esta enciclopédica reelaboración de relatos de viaje, La Porte utilizó constantemente el Sur europeo para establecer por contraste los rasgos de una modernidad asociada a los franceses. El texto evidencia la relevancia de géneros como los relatos de viajes (y más concretamente, las colecciones de viajes, un producto de síntesis comercial, adaptado y plagiado a partir de textos previamente publicados) en la simplificación y popularización de estereotipos sobre el Sur europeo, así como en la difusión de un "pensamiento nacional" y en la configuración de los tópicos asociados a los diversos caracteres nacionales del continente. En la obra de La Porte, el clima y la historia, así como ciertos rasgos antropológicos, se convierten en los principales factores que justifican una jerarquización entre los distintos pueblos europeos que se acerca gradualmente a la orientalización de la Europa mediterránea. Esto es mucho más visible en su narrativa que en otros relatos, más matizados y atentos a los detalles. En el discurso sobre la modernidad europea, la Europa mediterránea se convirtió entonces en uno de los "Otros internos" que permitían afirmar y legitimar el recién establecido dominio cultural y político del Norte.This text analyses the tension between the self-referential image of European modernity constructed by Enlightenment thinkers and the perception of the national peculiarities destabilising it from the south, based on the characterisation of the Spanish people that we find in Joseph de La Porte’s compendium of travel writings Le Voyageur François (1765-1795). In this encyclopaedic pastiche of travel accounts, La Porte constantly used the European South to establish by contrast the features of a modernity that he ended up associating with the French. The text evidences the relevance of genres such as travel accounts (and more precisely, travel collections, a commercial synthesis product, adapted and plagiarised from previously published texts) in the simplification and popularisation of stereotypes about the European South, as well as in the dissemination of a “national thought” and the configuration of the clichés associated with the various national characters of the continent. In La Porte’s work climate and history, as well as certain anthropological features, become the main factors that justify a hierarchy among the various European peoples gradually turning into the orientalization of Mediterranean Europe. This is much more visible in his narrative than in other accounts, more nuanced and attentive to details. In the discourse on European modernity, Mediterranean Europe became then one of the “internal Others” that made it possible to affirm and legitimise the recently established cultural and political dominance of the North.
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