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El Estado importa cuando se trata de comprender la migración, y los rasgos clave del modelo de Estado constitucional democrático han de reflejarse en la gestión estatal de los flujos migratorios. La juridicidad del diseño e implementación de las políticas de control a la inmigración descansa en dos pilares básicos como son el orden jurídico internacional y el derecho constitucional, que han de aterrizarse en los distintos niveles en que se despliega el control migratorio. No puede decirse que exista política migratoria sin control, contando los Estados con un conjunto de competencias robustamente reconocidas a nivel internacional, aunque paulatina y progresivamente reguladas y limitadas por un cada vez más sólido “derecho humano a migrar”. A su vez, la legitimidad del control migratorio descansa en la autodeterminación política del pueblo, y está condicionada a un ejercicio calificado, en el marco de un sistema de fronteras “porosas”.The State matters when we try to understand immigration, and the key features of the constitutional democracy must be reflected in State management of migratory flows. The legality of design and implementation of immigration control policies rests on two basic supports: international law and constitutional law. It is not possible to say that there is an immigration policy without immigration control. The States have competencies robustly recognized at the international law, although they are gradually regulated and limited by an increasingly strong “human right to migrate”. In turn, the
legitimacy of migration control rests on the political self-determination of peoples, and it is conditioned to a qualified exercise, in a system of "porous" borders.
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