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Este artículo se deriva de la difícil vinculación de los núcleos doctrinales que recorre toda la obra de Fichte, pero que es más evidente en la Grundlage der gesamten Wissenschaftslehre, heredera directa de los compromisos adquiridos por Fichte y antes detallados: Cómo es posible casar un sistema absoluto de estructura spinozista - con el peligro inmediato del mecanicismo, según Jacobi- con· una filosofía que, después de Kant, quiere ser la filosofía de la libertad? Sin duda alguna se trata de una cuestión importante por cuanto apunta directamente a la propia razón del ser de la filosofía fichteana. Pero el problema puede desmenuzarse aún más y entonces cobra su verdadera dimensión. En efecto, al asumir Fichte como propia la tarea de construir un sistema cuya totalidad de determinaciones ha de ser deducida desde un primer principio absolutamente incondicionado, ¿se está implicando en la construcción de un sistema de corte más o menos veladamente creacionista? Y, puesto que el fundamento de toda la filosofía había de ser el Yo, que as{ se constituía en principio de explicación de todas las determinaciones del sistema, ¿sería ese Y o el elemento clave del «egoísmo especulativo» que Jacobi auguraba como única salida coherente del idealismo trascendental?, ¿seguía Fichte en los mismos términos el reto jacobiano propuesto a los continuadores de la obra de Kant?, el Yo absoluto de Fichte sería el dios en el que todo está contenido, como así lo creía Jens Baggesen?97 Si esto fuera así, qué papel juega Kant en la Doctrina de la Ciencia?, qué clase de idealismo trascendental profesa la nueva filosofía?, ¿dónde queda entonces la convicción crítica de la imposibilidad y de la no necesidad de traspasar la razón humana finita?
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