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La ciudad se localiza en Cabezo de las Minas (Botorrita, Zaragoza), como lo atestiguan sus menciones en documentos epigráficos hallados en la propia ciudad y la abundancia de monedas con la leyenda bel / kontebakom (de Hoz y Michelena 1974: 114; Fatás 1980; Díaz y Medrano 1990: 181-182; DCPH II: 255; M. Beltrán 1976: 71-84; Estarán y Beltrán 2015: 204-205). La ausencia de monedas con leyenda belaiskom en el yacimiento Cabezo de la Minas, sugiere que no existe relación entre ambas ciudades. La producción monetaria se puede agrupar en dos fases. La primera está ausente del tesoro de Azaila, por lo que podría datarse entre el 140 y el 100 a.C., y produjo sólo unidades (MIB 1). La segunda está formada por unidades, mitades y cuartos (MIB 2-4) con variantes diferenciadas por la dirección del travesaño interior del signo te. Las unidades de este grupo están presentes en el tesoro de Azaila (Navascués 1971: nº 403-408), alguna de ellas muestra un elevado desgaste y deterioro, por lo que pudo haberse acuñado un cierto tiempo antes de su ocultación, quizás a principios del siglo I a.C. El patrón de peso de las monedas oscila entre 9,83 y 8,65 g, ajustándose al peso seguido por la mayor parte de las cecas del entorno. Las monedas de Konterbia Belaiska utilizaron los diseños habituales en Celtiberia. Para los anverso de todas las denominaciones se eligió una cabeza masculina, acompañada de la leyenda bel y un delfín. Los reversos adoptan el jinete con palma primero y con lanza después para las unidades; pero las mitades y los cuartos emplearon el caballo galopando, distinguiéndose sólo mediante los símbolos que aparecen sobre el caballo; la mitad dos puntos entre un creciente y el cuarto tres puntos. La interpretación de los tres puntos como marca del valor tercio (DCPH II: 255-256) entra en contradicción con el peso real de las monedas conocidas, que es de 1,94 g, muy similar al que dio Villaronga (CNH p. 243; ACIP 300), por lo que deben considerarse cuartos. En el caso de MIB 3 los dos puntos pueden indicar que dos piezas equivalen a una unidad; pero en MIB 4, los tres puntos no se pueden interpretar como el número de piezas necesarias para componer una unidad, ya que no funciona, pues estaría referenciando una unidad de 6 g. La leyenda del anverso, bel, corresponde a la abreviatura del epíteto de la ciudad belaiska; mientras que en el reverso la ciudad se nombra con la leyenda kontebakom, para el que se ha propuesto que sea un adjetivo en nominativo-acusativo neutro de singular (Villar 1995: 342) o un genitivo del plural (de Hoz 2017: 192).
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