Esta tesis doctoral pretende profundizar en el conocimiento de aquellos fenómenos que tienen lugar en el cerebro de una persona que experimenta un primer episodio del espectro de la psicosis. En este sentido, la literatura reciente señala la importancia de una adecuada intervención precoz tras la aparición de la sintomatología psicótica. Así, nace hace unos años la literatura científica sobre los PEP (Primeros Episodios Psicóticos), y se ponen en marcha unidades (UPEP) de intervención precoz en todo el mundo. En este sentido, se inicia también la búsqueda de marcadores biológicos (biomarcadores) para intentar predecir el curso de la enfermedad y permitir una adecuada intervención. Uno de estos marcadores es la neuroimagen, tanto estructural como funcional. En nuestro caso, hemos utilizado pruebas de RMf (Resonancia Magnética Funcional) para estudiar longitudinalmente a pacientes de la UPEP del Hospital Clínico de Valencia. Durante la prueba, se ha utilizado un paradigma auditivo emocional. Hemos realizado en primer lugar una revisión sistemática de la literatura sobre el seguimiento longitudinal en RMf de pacientes con un PEP. En total, obtuvimos una muestra reducida, de 31 trabajos, lo que evidencia la dificultad de realizar seguimientos longitudinales con este tipo de pacientes y esta metodología de estudio. En general, la mayoría de estudios han empleado tareas de tipo cognitivo y en la modalidad visual, y han encontrado un efecto general de hipoactivación en la resonancia basal, que se normaliza con los efectos del tratamiento. Esta hipoactivación se ha encontrado principalmente en el córtex prefrontal. En el segundo trabajo, hemos reunido una muestra de 35 pacientes de la UPEP con, al menos, 2 escáneres realizados con el citado paradigma con un intervalo medio de 25 meses entre ambas pruebas. El principal resultado encontrado en este estudio fue el del descenso, a nivel longitudinal, de una elevada activación encontrada en el grupo de pacientes, especialmente en el hipocampo, pero también en la amígdala. Así, el paradigma auditivo emocional ofrece una interesante imagen de la trayectoria longitudinal en activación cerebral de los pacientes en un PEP. Sin embargo, una importante variabilidad fue también detectada respecto a las trayectorias de activación. Por este motivo se decidió realizar un análisis más detallado de casos en particular, por lo que se realizó un tercer trabajo de estudio de casos, comparando las trayectorias clínicas y de neuroimagen de dos pacientes con un debut similar. En los resultados de este estudio, podemos observar que, efectivamente, el paradigma permite distinguir resultados diferentes que encajan con la diferente evolución clínica de ambas pacientes Así, el paradigma auditivo emocional medido en pruebas de RMf parece revelar información útil para la prognosis de un primer episodio psicótico, aunque resulta necesario analizar cada caso de manera particular y exhaustiva. Asimismo, parece que la aproximación metodológica basada en áreas y activaciones específicas parece menos apropiada para medir procesos cerebrales complejos, recomendando así la utilización de fórmulas que midan el funcionamiento cerebral en términos de redes y circuitos y enlazarlo así con hipótesis explicativas más prometedoras como el modelo de saliencia aberrante.This doctoral thesis aims to deepen the knowledge of those phenomena that take place in the brain of a person who experiences a first episode of the spectrum of psychosis. In this sense, recent literature points to the importance of adequate early intervention after the appearance of psychotic symptoms. Thus, the scientific literature on PEP (First Psychotic Episodes) was born a few years ago, and early intervention units (UPEP) were launched around the world. In this sense, the search for biological markers (biomarkers) is also initiated to try to predict the course of the disease and allow an adequate intervention. One of these markers is neuroimaging, both structural and functional. In our case, we have used fMRI (Functional Magnetic Resonance) tests to longitudinally study patients from the UPEP of the Hospital Clínico de Valencia. During the test, an emotional auditory paradigm was used. We have first conducted a systematic review of the literature on longitudinal follow-up in fMRI of patients with a PEP. In total, we obtained a small sample of 31 studies, which shows the difficulty of longitudinal follow-ups with this type of patients and this study methodology. In general, most studies have employed cognitive and visual tasks, and have found a general effect of hypoactivation on baseline resonance, which normalizes with the effects of treatment. This hypoactivation has been found mainly in the prefrontal cortex. In the second work, we have gathered a sample of 35 patients from the UPEP with at least 2 scans performed with the aforementioned paradigm with an average interval of 25 months between both tests. The main result found in this study was the decrease, at the longitudinal level, of a high activation found in the group of patients, especially in the hippocampus, but also in the amygdala. Thus, the emotional auditory paradigm offers an interesting image of the longitudinal trajectory in brain activation of patients in a PEP. However, an important variability was also detected with respect to activation trajectories. For this reason, it was decided to carry out a more detailed analysis of particular cases, so a third case study work was carried out, comparing the clinical and neuroimaging trajectories of two patients with a similar debut. In the results of this study, we can observe that, indeed, the paradigm allows to distinguish different results that fit with the different clinical evolution of both patients Thus, the emotional auditory paradigm measured in fMRI tests seems to reveal useful information for the prognosis of a first psychotic episode, although it is necessary to analyze each case in a particular and exhaustive way. Likewise, it seems that the methodological approach based on specific areas and activations seems less appropriate to measure complex brain processes, thus recommending the use of formulas that measure brain functioning in terms of networks and circuits and thus link it with more promising explanatory hypotheses such as the aberrant salience model.