La presente Tesis Doctoral se centra principalmente en el análisis de las desigualdades educativas derivadas del entorno socioeconómico de origen y en la realización de propuestas de política pública para mejorarla, pues la educación es la principal herramienta de la que disponen los Estados, y sus respectivos responsables políticos, para aumentar la movilidad social y, con ello, la igualdad de oportunidades. El enfoque utilizado es el de la resiliencia educativa, que hace referencia a la capacidad de resistencia o superación de las adversidades durante la etapa educativa. Por tanto, este enfoque permite localizar al alumnado desfavorecido, pero que ha conseguido superar las adversidades derivadas de su entorno socioeconómico de origen, al que se ha denominado como alumnado resiliente. Dichos estudiantes resilientes se utilizan como unidad de medida para la igualdad educativa. Por tanto, a mayor porcentaje de alumnado resiliente, mayor igualdad de oportunidades dentro de un sistema educativo o país. Gracias a este enfoque se pueden aplicar técnicas estadísticas y econométricas relativamente complejas, aunque diferenciadas en función de las cuestiones de investigación abordadas. Sin embargo, la aplicación de modelos multinivel representa una metodología transversal durante toda la Tesis Doctoral, pues permite tener en cuenta toda la información disponible en las bases de datos utilizadas. Gracias al uso de esta metodología se pueden obtener estimaciones robustas, donde se aprovecha toda la información disponible, pues dadas las características del presente trabajo, algunas observaciones o estudiantes pertenecen a un mismo centro escolar, los cuales también están agrupador en países, dado el carácter internacional de los análisis llevados a cabo. En el primero de los capítulos principales se analizan los determinantes de la resiliencia, utilizando técnicas sofisticadas para redefinir de una manera novedosa, y más certera, los alumnos que pueden considerarse como estudiantes resilientes. La muestra está formada por estudiantes de aproximadamente 15 años pertenecientes al conjunto de países que forman la OCDE, pues se utilizan los resultados de las encuestas PISA (2003-2018), también conocidas como Programme for International Student Assessment, como principal base de datos. Se comprueba que el gasto público en educación solo es significativo en términos de igualdad de oportunidades para los países con menos recursos. Respecto de los países más desarrollados, en estos no se encuentra una relación significativa entre el gasto en educación y la probabilidad de ser resiliente. En cambio, en este último conjunto de países los resultados muestran que no necesariamente se debe gastar más, sino que la inversión debe reorientarse hacia determinadas partidas de gasto para aumentar la resiliencia educativa, mejorando la eficiencia en el gasto. Una alternativa, como muestran las estimaciones, puede ser la priorización del salario del profesorado. El segundo capítulo principal estudia los efectos económicos en la vida adulta de haber sido resiliente durante la etapa educativa. El objetivo principal de este capítulo es, por tanto, comparar a los estudiantes desfavorecidos, pero resilientes, con los estudiantes socioeconómicamente favorecidos, en términos de salario por hora, para así analizar cómo la educación puede reducir o eliminar las diferencias entre los estudiantes procedentes de diferentes entornos socioeconómicos. La muestra proviene de una base de datos construida a partir de una encuesta conocida como European Union Statistics Income and Living Conditions (EU-SILC) entre los años 2005 y 2019 para la UE-28. Esta base de datos permite conocer tanto el salario por hora y otras características personales en el presente, como el origen socioeconómico de esos mismos individuos cuando tenían aproximadamente 14 años, aunque únicamente en las oleadas de 2005, 2011 y 2019, que son las que se utilizan en este capítulo. Los resultados muestran que, una vez controladas todas las variables observables, existe una diferencia de más del 5%, en términos de salario por hora, a favor de los individuos más favorecidos respecto de los resilientes. A esta diferencia o residuo no observable se le denomina durante el capítulo como ”techo de cristal”, pues a pesar de la mayor inversión y esfuerzo dedicado por parte de los resilientes en términos relativos, estos se encuentran con un techo no observable que, de media, no consiguen romper. Esta diferencia se puede explicar por las disparidades en la información, los contactos o el tipo de competencias alcanzables en un hogar con un alto capital humano respecto de uno con bajo nivel educativo. El último de los capítulos principales se centra, precisamente, en estudiar cómo esta desigualdad informativa puede tratar de reducirse dentro del sistema educativo a través del uso de determinadas políticas públicas y educativas. La política que se analiza es la provisión de orientación educativa profesional en la escuela al estudiantado de 15 años para la muestra de los países de la OCDE disponible en PISA 2018. Se encuentra una relación heterogénea entre la presencia de un orientador empleado en el centro escolar y la expectativas y la motivación, así como también con el rendimiento escolar, siendo únicamente significativo para los estudiantes socioeconómicamente desfavorecidos. El mecanismo esperado es que, al motivar a este estudiantado desfavorecido, haciéndoles más conscientes de sus posibilidades de futuro y de cómo de importante es estudiar, haga mejorar sus resultados académicos. Es por ello que, reduciendo la desigualdad informativa se puede reducir la desigualdad educativa y, lo que puede romper al menos parte del “techo de cristal” mencionado en el anterior capítulo.