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La termografía es una modalidad de imagen médica para estudiar la temperatura de la piel en tiempo real, proporcionando información fisiológica de las estructuras subyacentes. Uno de los lugares del cuerpo más accesibles a ser investigados con este método de imagen son las manos, estas pueden reflejar información valiosa sobre la correcta vascularización de una persona. La termografía es una imagen térmica a partir del registro de la radiación infrarroja emitida por los cuerpos. Como la temperatura periférica del cuerpo humano depende de la trasferencia de calor del tejido y del flujo de sangre, es un método fiable para estudiar desordenes neurológicos y musculoesqueléticos, que cursan con cambios en la generación y transporte del calor del cuerpo hasta la piel. Debido a los problemas que se van derivando de la profesión de la odontología, por el estrés mecánico al que se ven sometidas las manos, o por los problemas de vibración en el uso de material rotatorio, así como problemas vasculares adquiridos, se consideró muy interesante realizar un estudio termográfico con el objetivo de determinar si existían diferencias entre odontólogos y no odontólogos en la recuperación térmica de las manos tras un estrés térmico de frío.
Se reclutaron 78 participantes, divididos entre odontólogos y controles. Los odontólogos se dividieron en 2 grupos; un grupo de noveles, menores de 35 años y con menos de 5 años de experiencia, y un grupo de expertos, mayores de 35 años y con más de 5 años de experiencia. Los controles se dividieron en 2 grupos: un grupo de noveles, y un grupo de expertos. Se realizó un análisis del estrés térmico de frio en todos los participantes metiendo las manos en una cuba de agua de entre 5-10°C durante 10 segundos y se estudió la recuperación térmica de las manos durante los 3 minutos posteriores a la inmersión.
Las conclusiones del presente estudio demuestran que no existen diferencias en la respuesta térmica de la mano tras un enfriamiento entre odontólogos y no odontólogos. No se observan asimetrías térmicas entre la mano dominante y la mano de apoyo en ninguno de los grupos, sugiriendo que no existe una mayor alteración fisiológica para la mano que más se usa para trabajar. Aunque no se observó un efecto de la profesión en la temperatura de la piel tanto a nivel basal como tras el estrés térmico de frío, sí que fue menor en los noveles que en los expertos independientemente de la profesión. Algunos factores afectan de manera importante a la variación de temperatura tras un estrés térmico de frío y deben ser contempladas por futuros estudios. En este sentido, las variables que están directamente relacionadas con la variación de la temperatura son ser activo, tener la menstruación y la edad. Mientras que, las variables que están inversamente relacionadas con la variación de la temperatura son el índice de masa corporal, el área de superficie corporal y ser odontólogo.
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