A día de hoy, la ansiedad es uno de los síntomas más frecuentes en la patología psiquiátrica infantil. En relación con ello, es importante recalcar que es la sexta causa de enfermedad y discapacidad en jóvenes de entre diez y catorce años. La pandemia COVID-19 es considerada la pandemia con mayor impacto psicosocial en la población adolescente. Su rápida progresión y las medidas llevabas a cabo para intentar mitigar su propagación han repercutido en la salud mental de los más vulnerables, es decir, la población infanto-juvenil. En consecuencia, existe una creciente preocupación a nivel mundial del impacto psicológico de la pandemia en este grupo etario. Por este motivo, se ha decidido realizar un estudio mediante el cual se pretende dar visibilidad a la otra cara de la pandemia COVID-19, la psicosocial. Por un lado, su principal objetivo es valorar el aumento de la ansiedad en la población infantojuvenil de Valencia y su Área metropolitana durante el año 2020. Por otro lado, los objetivos secundarios pretenden relacionar la ansiedad con las diferentes características sociodemográficas y las vivencias durante ese año. Con este fin, se ha llevado a cabo un estudio observacional, transversal, descriptivo y analítico en la población de niños/as de edades comprendidas entre diez y hasta quince años que residen en Valencia y su Área Metropolitana. La obtención de los datos se ha realizado mediante la cumplimentación de un cuestionario de características sociodemográficas y un cuestionario de ansiedad validado para la población pediátrica española, STAI-C. Este cuestionario valora, por un lado, la ansiedad-estado (A-E) y, por otro, la ansiedad-rasgo (A-R). La A-E hace referencia a un periodo transitorio durante el cual se percibe como amenazante una situación. En nuestro caso, la pandemia COVID-19, concretamente al año 2020. Por otro lado, la A-R se define como la tendencia de un individuo a percibir como amenazantes diferentes situaciones. En este sentido, conviene señalar que la muestra se compuso de 188 niños/as. Los resultados obtenidos ponen de manifiesto que la A-E es del 57.98%, siendo más frecuente en el sexo femenino y en los/as adolescentes tempranos/as. Además, se constata que el hecho de que estar aislado/a del núcleo familiar durante la enfermedad sí que ha demostrado ser un factor de riesgo para presentar ansiedad. Asimismo, se confirma que existe una relación directamente proporcional entre la A-R y A-E. Mediante la realización de este estudio se pretende poner de manifiesto el impacto psicológico que la pandemia COVID-19 ha tenido sobre la población infantojuvenil de Valencia y su Área metropolitana. En concreto, se busca dar visibilidad a la ansiedad que este grupo etario ha experimentado a pesar de que clínicamente no ha sido el más afectado. Además, dada la sobrecarga asistencial y el desconocimiento de cómo abordar las consecuencias psicológicas derivadas de esta situación se ha desprovisto a esta población de un apoyo psicológico adecuado. A raíz de este estudio, podría plantearse el abordaje de esta cuestión desde un primer momento, con la intención de detectar signos precoces de alteración en el bienestar emocional de los/as niños/as.

Nowadays, anxiety is one of the most frequent symptoms in childhood psychiatric pathology. In relation to this, it is important to emphasize that it is the sixth cause of illness and disability in young people between ten and fourteen years old. The COVID-19 pandemic is considered the pandemic with the greatest psychosocial impact on the adolescent population. Its rapid progression and the mitigation measures carried out to avoid its spread have had an impact on the mental health of the most vulnerable, that is, children and adolescents. Consequently, there is growing concern worldwide about the psychological impact of the pandemic on this age group. For this reason, we decided to carry out a study that aims to give visibility to the other side of COVID-19 pandemic, the psychosocial one. On the one hand, its main objective is to assess the increase in anxiety in the child and youth population of Valencia and its metropolitan area during the year 2020. On the other hand, the secondary objectives aim to relate anxiety to the different sociodemographic characteristics and life experiences during that period. To this end, an observational, cross-sectional, descriptive and analytical study was carried out on children between the ages of ten and up to fifteen years who reside in Valencia and its metropolitan area. Data was obtained by completing a sociodemographic characteristics questionnaire and an validated anxiety questionnaire, STAI-C. This questionnaire assesses, on the one hand, state anxiety (A-E) and, on the other, trait anxiety (A-R). A-E refers to a transitory period during which a situation is perceived as threatening. In our study, the COVID-19 pandemic, specifically the year 2020. On the other hand, A-R is defined as the tendency of an individual to perceive different situations as threatening. In this sense, it should be noted that the sample was made up of 188 children. The results obtained showed that A-E is 57.98%, being more frequent in females and early adolescents. Furthermore, we confirmed that being isolated from the family unit during the illness is a risk factor associated with anxiety. Likewise, we confirmed that there is a directly proportional relationship between A-R and A-E. By carrying out this study, we aim to reveal the psychological impact the COVID-19 pandemic has had on the children and the adolescent population of Valencia and its metropolitan area. Specifically, it seeks to give visibility to the anxiety that this age group has experienced even though clinically they have not been the most affected. Furthermore, given the care overload and the lack of knowledge on how to address the psychological consequences derived from this situation, this population has been deprived of adequate psychological support. As a result of this study, addressing this issue from the beginning may be considered in upcoming health epidemics, with the intention of detecting early signs of changes in the children’s emotional well-being.