Este artículo es el resultado de una etnografía de dos años entre los gitanos pentecostales de un barrio de Bar celona. La indagación llevada a cabo tiene como objetivo fundamental dar cuenta de las formas religiosas de canalización del malestar social en barrios estigmatizados. Concretamente me centraré en las estrategias sanitarias de los gitanos pentecostales congregados alrededor de la lla mada Iglesia de Filadelfia. Desde sus inicios a mediados de los años cincuenta del siglo pasado hasta la actualidad, esta nueva congregación protestante pangitana transformará, no solamente las formas de organización de esta población, sempiternamente perseguida, también el sentido vital personal y colectivo. Esto se llevará a cabo dando forma a lo que he conceptua lizado como Habitus ferviente. Este habitus adoptado por los miembros más activos de la congregación, se manifestará multiescalarmente. Primero, será producto de los intensos y emotivos cultos que, mediante unas celebraciones diarias, efervescentes, sensuales y participativas y cargadas de men sajes sobre cómo guiarse en la vida, alterarán los cuerpos e irán progresivamente modificando sus prácticas más polémi cas o contraculturales. Además, esta transformación corporal afectará, tanto a la autoimagen individual y grupal del gitano, como a su concepción vital y sus expectativas de mejora de estatus y de alcanzar posiciones laborales intelectuales y no solamente artísticas o mercantiles.