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Resumen: Gracias a los avances de la medicina, la supervivencia de los niños enfermos de cáncer a los cinco años del diagnóstico se sitúa cerca del 70 por ciento. Los progresos conseguidos se deben no sólo a tratamientos muy agresivos - administración aislada, o combinada, de quimioterapia, radiación y, en algunos casos, cirugía-, sino también a la creación de unidades especializadas, al funcionamiento de los Comités de Oncología Pediátrica, a la colaboración entre diferentes instituciones, y al tratamiento multidisciplinar de la enfermedad. El diagnóstico de un cáncer pediátrico es siempre una experiencia inesperada y traumática para toda la familia. En este artículo se describe los tipos de cánceres pediátricos, los tratamientos y secuelas; y el impacto psicosocial que la enfermedad produce en los padres, en los hermanos y en el propio niño enfermo. Asimismo, se hacen sugerencias para favorecer la adaptación del niño y de su familia a los tratamientos largos y agresivos, a ayudarles a recuperar el funcionamiento cotidiano y, en términos generales, a mejorar su calidad de vida.
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