|
Actualmente nuestra sociedad sigue empleando el término “niño hiperactivo” como síntoma de un trastorno, indicio de posible TDAH, hecho que lleva a confusión a muchos padres y maestros. Es de suma importancia que aclaremos o remarquemos, a nivel social e incluso profesional, la diferencia entre niños inquietos, ansiosos o inadaptados emocionales y socialmente de aquellos que presentan un comportamiento y funcionamiento cognitivo que puede considerarse patológico, debido a la elevada intensidad de una sintomatología que puede generar problemas de adaptación, (Orjales Villar, I. 2003: Trastorno por déficit de atención/ hiperactividad TDAH), para poder ofrecerles una atención educativa y social acorde a sus necesidades.
En este momento nos vamos a referir únicamente al grupo TDAH en general sin atender a sus síntomas fundamentales valorados para su diagnóstico (déficit de atención y la hiperactividad / impulsividad) por la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM IV TR; APA, 2002), para poder hacer una aproximación al estado de la cuestión.
En los últimos años se ha prestado mucha atención al TDAH debido a su alta incidencia (3-6% de los niños en edad escolar en España) y al alto riesgo de trastornos asociados que conlleva (dificultades de aprendizaje, problemas de adaptación social), aun así existen muchos familiares y profesionales de la educación desorientados y desinformados de la importancia de una detección precoz para la prevención de esos posibles trastornos asociados.
Debido a la importancia que tiene el diagnóstico precoz y a que carecemos de pruebas neurobiológicas, test genéticos o análisis bioquímicos que puedan determinar si un niño presenta o no TDAH, debemos basarnos en los estudios de comportamiento para valorar la intensidad de la conducta del niño y concluir si esta es propia de su edad o no. Estos estudios de comportamiento han de realizarse en distintos ambientes y los más propicios por su interacción con el niño son la familia, la escuela y el grupo de iguales, debido a que es donde el niño pasa más horas y con quienes se desenvuelve con total naturalidad.
El diagnóstico se realiza mediante los criterios diagnósticos acordados a principios de los 90 por la OMS y APA quienes los incluyeron en sus clasificaciones de Enfermedades (CIE-10, DSM-IV-TR), aunque existen pequeñas diferencias al respecto entre ambas organizaciones acordaron los criterios que están en vigor y con los cuales se diagnostica.
Como recoge en la Declaración Global sobre los trastornos por déficit de atención, la evaluación conductual es el método que se ha utilizado en el DSM-IV-TR para el diagnóstico del TDAH, se sabe que este tipo de evaluación conlleva ciertas dificultades como son: el amplio espectro de edades, los diferentes comportamientos en cada edad, la intensidad de las manifestaciones relacionadas con la maduración del sistema nervioso, la carencia de estudios evolutivos, etc., las cuales al ser conocidas pueden ser tenidas en cuenta. De éstas conocidas dificultades se deriva nuestro interés en hacer un diagnóstico precoz, teniendo en cuenta las características observables de la persona que las padece, así como su entorno físico y social.
Resulta realmente importante el poder realizar un screening o detección precoz desde los ámbitos más próximos al niño, como son la familia y la escuela, estructuras determinantes en el desarrollo del sujeto por ser quienes han establecido y controlado su comportamiento pues no debemos olvidar que las estrategias cognitivas y el autocontrol se educan. Debemos considerar la importancia que el contexto adquiere en este aspecto y lo primordial que resulta para nuestra evaluación la colaboración de las personas del entorno. Los resultados obtenidos y su análisis nos permitirán modificar la conducta y la intensidad de los mismos, para prevenir y detectar las posibles dificultades de aprendizaje y posible fracaso escolar.
Debido a la preocupación en este tema tanto de padres como de profesores y profesionales se sigue trabajando para lograr un diagnóstico que ofrezca una mejor explicación para los síntomas que presentan estos niños. Para lograrlo se sigue trabajando y comparando resultados de las diversas pruebas empleadas como herramientas de detección y de evaluación.
Con la presente tesis, que lleva por título: "Detección de la condición TDAH en niños/as de la Provincia de Cuenca mediante la escala Magallanes de detección de déficit en atención (EMA-DDA)" queremos comprobar la validez y fiabilidad de dicha escala como instrumento válido de screening desde la escuela y la familia para la detección precoz del TDAH y su repercusión en el ámbito socio-escolar.
|