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Tras el análisis del actual fracaso escolar que sufre nuestro país y con la intención de encontrar estrategias que lleven a reducir la tasa de abandono prematuro que presenta actualmente nuestro sistema educativo, parece razonable iniciar la investigación poniendo el punto de mira en detectar cuáles son los factores que conducen a ese fracaso, así como qué nuevos modelos y métodos pedagógicos están resultando efectivos y son capaces de conducir al éxito a todo el alumnado.
Diversos son los factores que influyen en los resultados que obtienen los alumnos. Éstos se relacionan con su entorno sociofamiliar, con el contexto educativo que los atiende y con sus propias características y habilidades personales. Entre todos ellos se observa la importancia y la gran influencia que tienen las familias a la hora de facilitar o dificultar el progreso educativo de sus propios hijos. Al tratarse de un factor de primer orden, es necesario que los centros educativos diseñen y articulen actuaciones dirigidas a conectar y establecer relaciones adecuadas de comunicación y de cooperación con ellas.
Partiendo de esta idea resulta prioritario atenderlas poniendo en marcha acciones que se dirijan a ofrecerles la posibilidad de que analicen su propia labor diaria para que puedan llevarla a cabo de la manera más consciente posible. Esta labor de acompañamiento debe llevar a conseguir que se preparen lo más posible para ejercer su actividad parental. Con este propósito se presenta un programa de educación familiar que trata de capacitar a los padres de alumnos de segundo y tercer ciclo de Educación Primaria para apoyar desde casa la labor educativa del alumnado, con el fin de ayudarles a conseguir el éxito escolar.
El programa busca detectar las preocupaciones y necesidades de los padres, proporcionarles una visión positiva de la tarea que llevan a cabo y dotarles de estrategias útiles que puedan llevar a la práctica. Con esta finalidad, los contenidos se articulan en cuatro ámbitos: actitud del alumno y su familia hacia lo escolar, normas y responsabilidades en casa, educación emocional, y espacios, tiempos y estrategias de aprendizaje.
Para conseguir los objetivos que plantea, el programa se dirige a grupos de no más de 15 o 20 personas, se ha de llevar a cabo con un mínimo de once sesiones de una hora y media de duración cada una de ellas, y con una periodicidad semanal. A lo largo de las sesiones se trabaja utilizando una metodología experiencial, en la que se parte de la propia experiencia y de las vivencias de las personas participantes. Para tratar los temas se combinan las exposiciones orales, acompañadas de material audiovisual, con técnicas de dinámica de grupo, que facilitan y promueven la cohesión y la confianza de los asistentes, a la vez que estimulan el diálogo y la reflexión conjunta.
Los resultados obtenidos resultan alentadores. Por un lado, las personas participantes lo perciben de una manera muy positiva al hacerles reflexionar sobre sus propias actitudes y comportamientos, y al aportarles estrategias útiles para llevar a cabo en casa. Por otro, los cuestionarios CEFFEEA i CEFFEEF, que han sido elaborados expresamente para la investigación empírica, han demostrado ser útiles para comprender los motivos por los cuales determinados alumnos no obtienen el éxito.
Por todo ello, parece pertinente difundir el programa como una herramienta eficaz que pueden implementar los centros que buscan trabajar coordinados y aunar esfuerzos con las familias para promover los buenos resultados académicos entre su alumnado.
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