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Se describen los efectos tardíos provocados por la enfermedad y los tratamientos en los niños con tumores intracraneales. La mayoría pueden ser atribuidos al daño neurológico producido por el tumor y su extirpación, por la toxicidad de la quimioterapia y por los efectos de la radiación en el desarrollo del sistema nervioso central. Los efectos tardíos abarcan múltiples aspectos: médicos, neurocognitivos/educativos y sociales/comportamentales.
Los pacientes presentan dificultades de aprendizaje, trastornos motrices y sensoriales, descensos de coeficiente intelectual, déficits en los procesos cognitivos básicos, problemas en el ajuste social, comportamental y emocional, y falta de competencia social, que afectan al rendimiento académico, a su adaptación a la escuela y a su socialización.
Los niños que han recibido estos tratamientos constituyen un grupo de riesgo que requieren de una evaluación y rehabilitación específicas. La evaluación y rehabilitación neuropsicológica deben incorporarse a los tratamientos integrales del cáncer pediátrico.
Consideramos que la prevención, evaluación y rehabilitación de dichas secuelas es una tarea multidisciplinar en la que se precisa de la actuación coordinada de los servicios sanitarios y educativos y de la colaboración de la familiar y escuela y que contribuye a la mejora de la calidad de vida del niño superviviente de un tumor intracraneal.
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