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La presente tesis doctoral muestra un estudio del oficio musical en Valencia en el siglo XVII a través de la consulta y el análisis de las fuentes documentales de los principales archivos de la ciudad, con el propósito de contribuir a la reconstrucción del patrimonio cultural valenciano.
El trabajo parte de un sucinto recorrido en torno al origen medieval y la modificación de los códigos rituales, en cuyo proceso de implementación el Consell centraliza la promoción artística y se erige en el principal mecenas del producto musical. El modelo de práctica instrumental que desarrolla el consejo municipal verifica la inserción oficial y nominal de los instrumentistas, casuística que se irradia a las instituciones valencianas de cariz religioso y cívico.
La investigación se adentra en el siglo XVII y la práctica musical de la ciudad se declara un elemento cultural integrado en el ritual celebrativo de la fiesta y del ceremonial institucional. A su vez, se evidencia la compleja articulación de los conjuntos instrumentales, la creación de cargos representativos en torno a la gestión y la formación de los intérpretes, así como la profesionalización y la estandarización de los servicios musicales, tanto de carácter fijo como eventual promocionados por la ciudad.
Por su parte, el cabildo catedralicio y el Colegio de Corpus Christi incluyen a los ministriles en sus capillas musicales de tradición vocal. La práctica musical mixturada adquiere gran desarrollo interno, repercute en el estilo compositivo de los maestros de capilla y declara la compatibilidad del oficio instrumental del intérprete municipal en las sedes religiosas.
A su vez, destaca la aparición del fenómeno extravagante mediante la compañía independiente de cantors i ministrils conocida como la extravaganza. Su inserción en el ámbito gremial y un intrincado proceso judicial muestran una trayectoria que marca una impronta característica en el panorama musical de la ciudad.
El paisaje sonoro valenciano se imbrica en el contexto urbano y se significan los primigenios espacios de interpretación musical. El despliegue escenográfico de la macroestructura ceremonial muestra la demanda y los elementos de atrezo que acompañan los actos civiles y religiosos, así como el coste del ocio musical.
Por último, el análisis de las manufacturas instrumentales revela las injerencias en el obraje junto a la alta litigiosidad entre los oficios. Se declara un clima adverso marcado por la segregación del oficio de fusters de dos de sus brazos, los violeros y los cajeros. De otra parte, el estudio del proceso constructivo de los órganos de la catedral de Valencia y del Colegio de Corpus Christi revela una hechura singular concertada al obrador catalán del maestro fray Antoni Llorens. La interdisciplinariedad artística se detecta a través de un variado elenco de artífices valencianos, cuya colaboración contribuye a crear una factura genuina.
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